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*otros tres meses después*

aaarabia: girls day! @/lazowi @/gemm.ma

gemm.ma: dejate de tantas foto y ven ya que te estamos esperando

* * *

Vamos de camino a algún bar para comer, Gemma me da un cigarro y me lo enciendo. Escucho que alguien chistea detrás mía y dispuesta a pelear me giro, encontrándome a Pimp riéndose. Gemma se atraganta con su propia saliva cuando lo ve y me mira, yo la miro y miro a la Zowi que se encuentra viendo la situación divertida.

-Hola desconocida- se ríe él mirándome, y me acerco a darle dos besos. La verdad es que me alegra verlo. Le doy un abrazo.

-¿Vienes con Teo?- pregunto y él niega.

-Mis amigos están allí, él ha salido con una tía- mi cara es un poema, lo sé -Está insoportable y es por ti-

-¿Por mi? Venga ya- me río sarcásticamente. Él me acerca.

-¿Estas otra vez con el Kaydy?-

—¿Qué dices? Es mi amigo— levanta una ceja mirándome —Amigo de verdad—

—¿A dónde vas?—

—Voy a comer y ha hacerme las uñas, ¿Por qué?— lo miro extrañada.

—Curiosidad. Seguramente te llame hoy para quedar, te he echado de menos y tu comida también— se ríe igual que yo, y me despido de él con dos besos.

Empezamos a andar las tres, ellas me miran fijamente esperando a algún tipo de reacción pero no tengo ninguna sorprendentemente.

* * *

Cuando ya he llegado a mi casa, estoy en camiseta simplemente con mi gata, mi teléfono empieza a sonar y espero que no sea nadie para salir de fiesta.
Lo cojo sin mirar y contesto.

—¿Sí?—

—¿Puedo ir a tu casa?— es Kinder y me pongo bastante nerviosa sólo escuchándolo, porque sí.

—¿Para qué?— pregunto mirando mis uña y él suspira.

—Dime sí o no— dice cansado y sonrío.

—Sabes que sí— al contestar la puerta de mi casa suena y cuando me levanto a abrir está él fuera —¿Qué coño? ¿Eres un acosador o qué?—

Entra sin decir nada y se sienta en el sofá de brazos cruzados —Iba a venir de todas formas, la llamada era sólo un aviso— me informa tranquilamente y yo asiento cerrando la puerta. Voy y me siento en el sofá a su lado. Se me queda mirando y yo igual —Vengo para hablar—

—Vale, habla— pongo las piernas en el sofá también y él tiene la boca abierta.

—¿No dices nada? Ni perdón ni nada— habla sorprendido y casi me siento mal.

—¿Yo perdón? Fue una tontería, no seas rencoroso— esta vez me cruzo yo de brazos y veo que empieza a enfadarse.

—¿Puedes dejar de comportarte como una niña de quince años y aceptar que estuvo mal?— echa la cabeza hacia atrás y bufo mientras me inclino a la mesa para coger mi tabaco. Me enciendo un cigarro.

—Voy a ignorar lo que has dicho y vale. No debería haberlo dicho pero tú fuiste un gilipollas y me tuve que venir con un tío al que acababa de conocer— le doy en el brazo con la mano para que me mire.

—No me tires de la puta lengua Arabia— me coge la mano frustrado.

—Por lo que he visto no me has echado de menos porque has tenido un buen reemplazo— río sarcásticamente y me mira mal.

—Mira, me dijiste que no te llamara más, y no te puedes hacer la santa— se pone frente a frente conmigo —He venido para hablar en serio. ¿Podemos empezar otra vez?—

—Yo no quiero empezar otra vez— le digo seria, porque realmente no quiero empezar de nuevo —Si no vas a entender lo que pasa conmigo— me toco el pelo bajo su mirada.

—Desde luego que vengo para nada— hace el intento de levantarse pero inmediatamente me subo encima de él para que no se mueva.

—Ni de coña te vas— le digo aún subida encima suya —Ya te dije que yo no tenía novios y tú tampoco tenías. Tuve un novio muy pequeña y me ha dejado jodida así que no me puedes exigir después de dos años sin nada—

—Me cago en la puta, Arabia, a mi también me han jodido y tú estás haciendo lo mismo. Si has tenido cojones de poner tantas cosas en instagram tenlos ahora y afronta esto— me grita y me quedo quieta sin saber que hacer, mirándolo. Así que por inercia lo beso fe forma salvaje, y él directamente baja sus manos a mi culo prácticamente desnudo.

Meto las manos dentro de su camiseta y se la quito, se pone de pie, yo con las piernas enredadas en su cintura y siguiendo con el beso me lleva hasta la habitación. Allí me pone de pie y me quita la camiseta quedando en bragas simplemente, por lo que bajo mis manos  a sus pantalones y empiezo a desabrochar mientras le doy besos por el cuello.

—Que sepas que la charla no ha terminado aquí— me dice al oído,y siento su mano metiéndose en mis bragas, sus dedos dentro de mí.

—He echado esto de menos— gimo en su oído y siento como se muerde el labio. Pongo mis brazos al rededor de su cuello y con la mano que tiene libre se baja los calzoncillos.

Me agarra y hace que entrelace las piernas en su cintura de nuevo, entonces empieza a follarme de forma agresiva.

—Tenías razón cuando me dijiste que ninguna iba a ser como tú— sigue embistiendome, haciéndome gemir.

Le beso, beso su cuello, tiro de su pelo y le clavo las uñas en la espalda.
Después de un tiempo noto como se corre y deja escapar un gemido, poco después yo me corro y doy un gemido en su oído.

Me lleva a la cama, y nos tumbamos. Con la cabeza en su pecho le acaricio el cuerpo y doy besos por donde puedo.


ñoco ñocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora