34# -Mi zombie

709 45 4
                                    

Narrador Omnisciente

-Oye.. ven aquí.. no.. no te haré daño

Bajó lentamente el arma cuando dijo eso levantando sus manos mientras se acercaba a las cajas de donde unos ojos sin vida lo miraban. El solo quería ayudar a ese chico, sentía que el estaba solo en el mundo y sabia el miedo que debía tener, después de todo el pasó por eso.

Intentó correr las cajas, más sin embargo unos ruidos hicieron que girara. En ese momento supo que no debió dejar el arma. Frente a ellos cuatro zombies se acercaban rápidamente, los conocía bien, eran sus hermanos. Con algo de nerviosismo y dolor saco rápidamente de su chaleco otra arma apuntandolos, su mano temblaba un poco. No quería dispararses.. pero no había manera..

Suspiro y dejo el nerviosismo junto al dolor, y el poco miedo que sintió, de lado cambiando su expresión por una seria. En dos segundos los cuatro zombies de encontraban en el suelo.

Volteó para ver al chico y este ya no estaba ahí, vio una sombra que salía de la fábrica y rápidamente lo siguió, tal vez fue bueno seguirlo, o tal vez no.. el chico no era nada más ni nada menos que su último hermano.. pero este parecía perdido.

Levantó su arma para acabar con el, debía hacerlo.. El zombie lo miro un segundo.. Karamatsu no Quería, el que estaba delante podría ser el último zombie pero también.. es su amor.. lo amaba..

-Porque tu?.. Porque no fue alguien más?...

Suspiro cerrando un momento sus ojos. El zombie gruñia y soltaba palabras al azar haciendo incomprensible cualquier cosa.

-Kara..

Pero eso sorprendió al de azul que abrió rápidamente los ojos y bajo el arma mirandolo, El zombie Ladeaba la cabeza y olfateaba el aire.

-matsu.. kara..

Intentaba decir su nombre.. Gruño y levanto de nuevo el arma, no podía dejarlo.. no...


















Unas sacudidas leves lo despertaron, recordar eso no le gustaba, tuvo suerte que lo despertaran en ese momento. Abrió los ojos y volteo a ver quien fue. Sonrió levemente al verlo, y se sentó acariciando un poco su cabeza.

-Tienes hambre hermanito?

Un gruñido fue todo lo que recibió, se levanto de la cama y se dirigió a la pequeña heladera (creada por el mismo) para sacar unos cuantos trozos de carne cruda, lo colocó en un plato y volvió al cuarto sentándose delante del pequeño dejándole la comida en el suelo.

Ichimatsu ni lento ni perezoso comenzó a comer mientras Karamatsu acariciaba su cabeza, ya hace tiempo que Karamatsu había estado enseñándole cosas, igual que a un pequeño perrito o un bebé en crecimiento. Karamatsu le había dado la oportunidad de comenzar de nuevo y le estaba ayudando. Pues Ichimatsu más que atacar parecía un pequeño gatito perdido que esperaba un mandado para poder reaccionar.

Cuando el menor término de comer la carne Karamatsu se llevó el plato, el pequeño sentía algo (no sabe si en sus entrañas o en los nervios que ya no funcionaban) no sabia que pero sentía algo, su hermano le hacía sentir así y le gustaba.

Ichimatsu de repente sintió un olor diferente al que había, sus gruñidos aumentaron y sus ojos se dilataron aprisionandose en una esquina, algo se acercaba y no era bueno. Karamatsu justo entró en ese momento dándose cuenta de cómo estaba el menor, abrió un poco los ojos sorprendido y se acerco a una abertura que había en las ventanas y vio algo que no le agrado.

Eran como las barredoras de la ciudad pero cada que encontraba un zombie lo succionaba y los gruñidos que soltaba se detenían (cuando un gruñido de zombie se detiene nisiquiera la ciencia puede hacer que despierten de nuevo) cerro con seguridad todo y apagó las luces rápidamente, tal parece que esa maquina sabia donde había luz o energía e iba a destruirla.

One shot's Karaichi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora