Veinticinco días para amarte [Larry Stylinson] (Terminada)

Capítulo #9: ¿Qué pasó ayer? (1/2)

Los fuertes rayos de sol del pleno mediodía se colaron por las persianas de la habitación, resaltando el desorden y caos total que había en ésta.

Una mata enredada de rizos chocolate se asomaba en una esquina de la cama y un brazo perteneciente al mismo cuerpo colgaba de ésta, tan quieta que se podría considerar muerto o inconsciente al joven hombre.

La claridad que amenazaba con perforar sus párpados obligó a Harry a moverse incómodamente tratando de volver a conciliar el sueño, pero lo siguiente que registró fue un punzante y horrible latir en su cabeza que martillaba su cerebro. Gimió, quejándose y frotando sus ojos, que al abrirlos lo hizo darse cuenta de dos cosas:

1. Definitivamente no estaba en su casa.

2. Definitivamente no estaba sólo.

La impresión hizo que el rizado se sentará velozmente, lamentándolo segundos después, cuando el dolor incrementó.

- Mierda. -se quejó; su voz más grave y áspera de lo normal.

Miró a todos lados, tratando de entender que rayos pasó y qué hacía él en ese lugar. Borrosos recuerdos de diversas situaciones atravesando como un relámpago su mente; nada concreto, nada seguro, lo que dejó al chico más confuso aún. Las sábanas a su lado se mueven y él se estremece, atento a algún otro movimiento y de repente muy nervioso, pero sólo resultó ser Niall a quien al parecer también le afectó la irritante luz del sol.

- Santa mierda, apaguen la luz. - se quejó aún con los ojos cerrados el rubio, mientras colocaba una almohada sobre su cabeza. Harry intento reír ante el comentario, pero el simple gesto desató con más furia la migraña, joder, sentía que iba a explotar su cabeza.

- Hey. - el muchacho llamó a su compañero, algo cohibido de despertarlo. - Ya amaneció.

- Cinco minutos más... -gimió el irlandés, removiéndose aún más.

- Vamos, hombre. Necesito saber cómo rayos terminé aquí.

- Todos necesitan saber eso después de venir a una de mis fiestas. - dijo orgulloso Niall, sentándose con repentina energía y una sonrisa en su cara. Palmeando el hombro de Styles, agrego: - ¿Cómo la pasaste, amigo mío?

- No recuerdo una mierda.

El rubio río, negando con la cabeza: - Ya recordarás y, si sigues junto a nosotros, te acostumbrarás.

- Gracias por la advertencia. -contestó amargado Harry, quien posó el rostro en sus manos porque sentía que su cerebro caía a la deriva. Sin embargo el termino "nosotros" lo hizo mirar un poco más la habitación para notar a tres personas más; lo que parecía ser Destiny se encontraba a punto de caer de la cama -su inconfundible cabello la delataba al igual que sus pequeños pies descalzos sobre Niall-, Ashton y Stan estaban tirados en el suelo, abrazados cómicamente, lo que le hizo pensar en cuán borrachos estaban todos antes de quedarse dormidos.

- Ay, mejora ese ánimo hermano. Cuando los recuerdos vuelvan a ti estoy seguro que no estarás arrepentido de nada. Por ahora despertemos a estos dormilones, ya está tarde.

Y, antes de que Harry pudiese responder, el travieso rubio ya se encontraba tirándole cuanta cosa encontrara a los chicos inconscientes en el piso y zarandeando de una manera nada sutil a la pobre chica a los pies de la cama, gritando también un montón de cosas y recibiendo obviamente grandes insultos por parte de éstos. El rizado sólo observaba tratando de no reír; vaya grupo tan peculiar donde fue a caer.

- Ay, dejen de quejarse par de maricas. -dijo Niall, refiriéndose a Ashton y Stan, tirándoles una almohada.- De igual manera tendrán que ayudarme con todo este desastre.