Soundtrack: Do I wanna know? – Arctic Monkeys.
--
El timbre final sonó y Louis decidió que era el momento perfecto para ir a cumplir su cometido antes de que su presa escapara. Por suerte el mal humor que lo atacó en el primer receso se desvaneció luego de una caja completa de cigarrillos y saltarse las clases había ayudado en eso también. Ahora, yendo contra la marea de gente para alcanzar las escaleras de emergencia hacia el segundo piso, tenía un solo pensamiento:
Debía encontrar a Harry.
Subió con parsimonia cada escalón mientras daba tiempo para que todos se alejaran. En silencio rogó porque el rizado no decidiera irse con sus amigos. Atravesó los pasillos ahora casi solitarios y fue leyendo los inscritos de cada puerta a su lado hasta hallar con la correcta. Se había tomado el trabajo de mirar el horario de clases de Zayn –que era el mismo que el de Harry– para saber en que aula se encontraría el muchacho a última hora. No es que fuera un acosador u obsesionado, claro está.
“Arte gótica y contemporáneo.” Bingo.
Se quedó a unos pasos cerca de la puerta mientras observaba como salían las últimas personas del salón de clases. Si corría con suerte, el muchacho aún seguiría allí.
Vio al rubio amigo de Harry salir del aula mientras se daba la vuelta y se despedía de alguien, acto seguido caminó hacía las escaleras y se perdió de su vista. Bien, era el momento de acercarse.
Moviéndose con pasos silenciosos se detuvo al estar frente de la puerta entreabierta y miró hacía adentro. Una sonrisa se apoderó de sus labios mientras inconscientemente agradecía al Dios en el que no creía por su golpe de suerte. El chico de ojos verdes estaba allí, de espaldas a él, intentando guardar un montón de libros dentro de su bolso mientras torpemente todo se caía al suelo. El castaño aprovechó el estruendo de los libros al caer para entrar y cerrar la puerta tras él, pasado el cerrojo. Su mente maquinaba lo que estaba a punto de hacer.
–Bueno, esto ya no es una coincidencia como las veces anteriores, ahora si debo admitir que he estado buscándote. – dijo Louis con voz relajada mientras caminaba con gracia hacia el rizado, quien se sobresaltó al escucharlo y más aún quedó helado al verlo. Soltó lo que tenía en sus manos sobre la mesa contigua a él y sus ojos muy abiertos lo escrutaron de pies a cabeza. Esta vez en la mirada esmeralda de Harry había algo que teñía su habitual terror hacía el mayor; quizás fuera la vergüenza. Porque ambos chicos estaban recordando en sus mentes su último encuentro, sólo que en estos momentos era uno el que lo disfrutaba.
– ¿Qué sucede, muñeco? ¿No te alegras de verme? – siguió con su juego el castaño, sonriendo con malicia. –Pensé que, después de lo que pasó la última vez, estaría más que contento al encontrarnos de nuevo.
Harry palideció y Louis se regodeó con eso. Se acercó lentamente hacía al más alto y, estando a menos de un metro de distancia, fue cuando éste habló.
–Eso nunca debió haber pasado. – respondió el chico con un hilo de voz y la mirada gacha, observando sus propias manos inquietas mientras un rubor se extendía en sus mejillas. Algo en aquella tierna escena hizo que el mayor sonriera. – Ahora, si-si me lo permites, te-tengo que irme.
El muchacho rizado intentó ocultar los nervios que habitaban en él y, lleno de vergüenza, pasó a un lado de mayor para así poder escapar de aquel tormento. No obstante, el ojiazul aprovecho la cercanía para acorralarlo entre el escritorio frente a la pizarra y él.
ESTÁS LEYENDO
Veinticinco días para amarte [Larry Stylinson] (Terminada)
Fanfiction«Le tomó casi dos meses aceptar que ese chico sería más que un muñeco, una semana para conocerlo y veinticinco días para amarlo...» O una historia en donde Harry posee esperanza y felicidad inacabables y Louis sólo camina por allí, de la mano con su...