La vida de Crista no es fácil y menos ahora con los problemas que se le vienen a causa de una persona, Axel Hamilton. Los dos son muy diferentes, pero va a haber odio, desamor, y lo mas cruel: desengaños.
Pero las barreras que los diferencian tamb...
Después que Axel aceptara, nos quedamos hablando de estupideces, hasta que empezó a amanecer y nos fuimos. Nos despedimos y me fui a dormir directamente, pero se que queda poco tiempo para que nos despierten, pero juro que el que me vengan hacer una maldad, lo mato.
Me despierto de golpe al sentir agua fría golpearme la cara. Miro hacia arriba desde mi saco de dormir y me encuentro a Alex.
– ¡Te mato!– le digo enojada.
Me paro y me voy detrás de el.
– ¡Perdóname¡– me suplica corriendo como nena.
– Si paras, te perdono– le grito.
Se para y se dobla un poco, para respirar aire. El es tan bobo que para y se cree que lo voy a perdonar. Pero está muy equivocado. Corro la poca distancia que queda y le brinco encima.
– ¡Ayuda una loca maniática encima mío!– grita Alex y todo los que estaban despierto nos miraban.
Alex se pone a mover todo el cuerpo para que me suelte. Me agarro fuerte del cuerpo de el. Me suelto y caigo al piso. Me quejo de dolor y Alex se preocupa.
– Crista, perdóname– se acerca a mi y se dobla al lado mío.
– De esta no te salvas– le digo enojada.
Lo cojo del pelo, me paro y le doy una patada en sus entrepierna. Alex da un grito, que hasta los pájaros que estaban durmiendo se despertaron.
– ¿Que pasa aquí?– llega una maestra.
– Nada, solo que mi querido hermano se dio en sus partes, porque le picaba– le digo con una sonrisa.
La maestra mira a Alex en el piso agarrándole sus partes y todo rojo.
– Ok, y avancen que ya es hora de desayunar– dice y se va.
– La próxima vez te va a ir peor– le digo y le doy una patada, pero no tan fuerte en las costillas.
Me voy y la tienda de dormir, cojo lo necesario y me voy a un baño a cambiar que había ahí. Cuando me cambio y estoy lista con esto:
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Cuando termine de hacer lo necesario, voy a desayunar. Donde íbamos a desayunábamos era al aire libre, había una mesa con comida y otras mesas vacías para sentarnos a comer. Hago la fila para que me den mi comida. Cojo huevo revuelto, con dos pedazos de pan y los lleno de mantequilla y un jugo de china. Me siento en una mesa que estaba vacía. Comienzo a comer y llega Skay.
– ¿Que te pasó esta mañana?
– Que el idiota de Alex me echo agua cuando estaba durmiendo.
– Con razón estaba mojado donde dormías. Oye, ¿qué le pasa a Carol?– cambia de tema y se pone seria.
– No lo se, pero lo que sea que le está pasando no me importa– le digo y me pongo de pie.
