Capítulo 44

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Después de lo ocurrido con Axel, nos fuimos de inmediato. En todo el camino nos mantuvimos callados. Cuando llegamos a casa, Axel apaga el carro y me bajo inmediatamente sin mirarlo.

No sé qué rayos pasó, pero no tengo ganas de volver a hablarle por ahora.

– Crista, ¿a dónde vas?–me grita.

– Adentro– le digo obvia.

– Espérame– escucho su voz siguiéndome.

Lo ignoro y sigo caminando. 

– ¿Para dónde crees que vas?–me dice tomándome de la mano y me zafo de su agarre.

– Déjame en paz.

– No te voy a dejar en paz hasta que me digas qué es lo que sientes por mí.

Me quedo en shock por lo que me acaba de decir y me confunde, y mucho. Nunca me esperé esto. Axel Hamilton siempre fue el típico chico mujeriego al que no le importaba en absoluto los sentimientos de los demás. Así que verlo tan decidido y desesperado por tener una respuesta mía me desconcierta.

Es que no entiendo, estoy tan confundida en este momento que en cualquier momento me va a explotar la cabeza.

– Co..mo– digo tartamudeando.

– ¿Qué sientes por mí? –me lo repite.

¿Qué siento por él? me pregunto. No lo sé, pero sí sé que cuando él está cerca me siento rara, como si no fuera yo. Siento que lo necesito, pero no de esa forma que piensan, si no de compañía o con alguien con quien expresar mis sentimientos.

– Nada– le digo insegura.

– Sé que me estás mintiendo. Sí sientes algo por mí, pero no te atreves a decir la verdad por miedo a lo que pueda pasar.

– ¿Sabes? tienes razón. –admito en voz baja.

– ¿En serio?–frunce el ceño.

– Sí, yo... no te soporto.

– ¡Crista, acepta ya que yo te gusto!– me grita ya cansado.

– ¡No voy aceptar algo que no siento!– le grito. – Y nunca más me vuelvas a gritar, idiota– le digo y entro a la casa enojada.

– Crista– me dice Esteban.

– ¿Qué? –le contesto de mala manera por lo ocurrido con Axel.

– Quiero terminar de hablar lo que estabas hablando la otra vez. – me dice serio. – Vamos– me dice y vamos a su oficina.

Cuando ya los dos nos sentamos, el me termina de contar.

– Te quiero contar porqué me quieren matar. 

– No me digas que te quieren matar porque te robaste algo– me río por lo que digo.

Esteban se queda serio. Eso es que sí se robó algo.

– ¡Nos quieren matar porque sí te robaste algo!– me altero.

– Crista cálmate y déjame explicarte– me dice calmado.

Doy un suspiro y me tranquilizo. Es que no me puedo creer esto el de robo algo que tiene que ser muy importante si nos quieren matar.

– Lo que me robé fue una memoria USB que tiene una información muy importante.– Hace una pausa. – Me lo robé, porque con la información que tiene, podrían destruir muchas organizaciones y matar a personas, incluso podrían crear una guerra.

– ¿Pero qué tiene que ver eso conmigo?¿Dónde está esa memoria? ¿Qué quieren hacer con eso?– le hago muchas preguntas.

– Eso no lo sé. La memoria está en un lugar muy cerca, pero no te puedo decir dónde está. Y no sé qué es lo que quieren hacer con eso, pero sólo te pido que no salgas mucho y te cuides.

DESTINOS CRUZADOS O A MUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora