DESTINOS CRUZADOS O A MUERTE

Capítulo 11

Hoy es sábado, gracias a Lucas me entere que la fiesta seria desde el mediodía, que sería cuando vinieran los familiares, y después a las nueve de la noche seria la fiesta a lo rebelde. Música fuerte, alcohol y zorras por todos lados.

Resulto ser que Megan anda tras de Lucas y lo invito a su fiesta, diciéndole que podía invitar a quien el quisiera. Así que nos invitó a nosotras, pero claro está que yo iría un poco mas tarde porque tengo que hacer la broma para Axel.

Me vestí con un leggin negro y una camisa negra pegada al cuerpo con mis vans negras completas. Por encima me puse una chaqueta negra con capucha y salí rumbo a la fiesta.

Fui a pie ya que la casa de Megan no quedaba tan lejos de la mía. Cargaba una mochila en la que traía las latas de pintura, el tinte y ropa para cambiarme.

Las chicas me enviaban mensajes indicándome lo que hacían todos.

Justo me llego un mensaje de Carol que decía así: "El carro de Axel es un Audi rojo"

Habían muchos carros en la entrada y busque el de Axel. Saque la lata de spray negro y lo agite para después comenzar a escribir mi nombre por todo su carro. Dibuje garabatos hasta en los cristales, eso sería difícil de limpiar. Saque de la mochila un papel en el que le escribí una pequeña carta de advertencia.

Revise el lugar a ver si nadie me estaba viendo, no había nadie. Le envié un mensaje a Carol de que ya había terminado con la venganza de Axel. Ella me respondió que fuera por la cocina que no había nadie allí.

Seguí caminando por el jardín hasta entrar por la puerta de la cocina. Tal y como lo esperé no había nadie. Según lo que Lucas me dijo de la casa debía seguir por la cocina hasta al final en donde debía haber una escalera que daba al segundo piso, en donde estaban las habitaciones.

Al llegar al segundo piso habían muchas puertas. Había una con la letra M en color rosa chicle, de seguro esa es su habitación. Entre a esta quedando asqueada. Sábanas, cortinas, alfombras, peluches, todo de color rosa. Entre a su baño y tome en mis manos los champú y acondicionadores y demás cremas para el cabello. Los vacié todos y remplace su contenido por la pintura. Ya quería ver la cara que pondría al ver su cabello.

Aproveche que estaba en el baño para cambiarme de ropa,  unos mahones rotos en la rodilla que me llegaba hasta arriba del ombligo. Una camisa corta blanca y mis vans altas color blanco. Me deje el pelo suelto y no me maquille, pues porque no me gusta.

Escondí la mochila en un armario que había en el pasillo y baje las escaleras viendo rápidamente a mis amigas, me lance a abrazarlas.

– ¿Ya pusiste la pintura en sus cremas?– me preguntó Skay

– Sí, solo falta una buena excusa para que suba a lavarse el pelo– digo.

– Derramarle un jugo en el pelo– sugirió Carol.

– ¿Y Lucas?– preguntó.

Carol me señalo a un punto detrás de mi, me di la vuelta viendo a Megan intentando besar a Lucas. Fui hasta donde ellos y la empuje "sin querer" haciéndola tropezar y caer de cara contra su pastel de cumpleaños.

Todos los presentes comenzaron a reírse, claro que Megan gritaba histérica y queriendo asesinarme por arruinar su fiesta.

– ¡¡Te matare, maldita!!– grita enojada.

Corrí por toda la casa con Megan siguiéndome, llegue hasta el jardín en donde vi una piscina acabada de llenar. Cuando Megan vino corriendo aproveche que venia con prisa y la empuje hasta que cayó de espalda a la piscina.

Me le reí en la cara.

Todos salieron a ver lo que pasaba y de seguro debió ser súper vergonzoso para ella cuando todos vieron el agua llenarse de algo rojo. La perra tenía el periodo. Ja por zorra.

– ¡Eso te lo ganas por ser una perra estupida!– le grito victoriosa.

Megan se fue lloriqueando hasta su habitación anunciando que iría a bañarse. Pasaron un par de horas y se hizo de noche. Ahora comenzaría la verdadera fiesta.

Pusieron música electrónica y apagaron la luz poniendo flashes de colores que parpadeaban. Empece a bailar junto a mis amigas y todos me veían diciendo "esa es la chica que puso en ridículo a Megan". Después de estar un rato bailando me fui a buscar algo de beber. Sentí que me agarraron del brazo haciéndome dar la vuelta. Encontré a Axel luciendo furioso.

– ¿Qué le hiciste a mi carro?– dice enojado.

– ¿Yo?– puse una cara de inocencia y confusión. – Yo no hice nada.

– No, quien mas– dice acercándose de forma intimidante. – Además tiene tu nombre escrito.

– Que se yo, hay muchas personas que se llaman Crista.

– Pero solo te conozco a ti por desgracia.

– ¡Me vale! Eres un imbecil, idiota te odio– le grito.

– ¡Yo te odio más!– me grita.

Agarro mi brazo con mas fuerza, provocando en mi unas ganas de golpearlo. Mi mano impactó contra su mejilla provocando que me soltara de golpe. Mire mi mano y que me dejo las marca de su mano. Ignore las marcas. La música seguía sonando con mucha intensidad. Por lo que nadie nos estaba prestando atención, aun.

Lo golpee en la mandíbula cuando estaba despistado, vi que el labio le había comenzado a sangrar provocando en mi una sonrisa de satisfacción.

Axel se veía más molesto que antes. Pero poco me importaba, la verdad.

Ya hasta se me ha quitado el humor de estar en esta mierda de fiesta. Busque a las chicas y a Lucas. Ellos dijeron que se quedarían un rato más.

Me fui a pie, la noche estaba muy tranquila y apenas si pasaban un par de autos por allí. Caminaba pensando en lo que le hice a Megan y como estaría el lunes en la escuela.

Hasta que sentí que alguien me tomaba del brazo. Me hizo girar viendo a la persona que no quería volver a ver.

– Hola, Cris.

Ese idiota, ojalá que se muriera degollado y le arrancaran los testiculos para que lo coman los leones. Así me dejaría en paz.

– ¿Qué quieres Max?– le pregunto.

– Quiero que me perdones, te amo por favor vuelve conmigo.

– ¿Después de dos años? No pienso volver ni loca contigo, te fuiste de viaje sin decirme nada. No me llamabas ni respondías mis mensajes. Y después me entero de que tenías una novia allá y que solo me utilizaste...ojalá te mueras.

– No, Cris, yo te amo. Eso fue un error, esa chica me dejo y así pude ver que a la que amaba enserio era a ti. Por favor, seamos los mismos de antes– me ruega.

– ¡No! Eres un sucio. Una basura, poco hombre, ¡eres un mentiroso!– le grito enojada.

Le di una bofetada que sonó por todas partes. Estaba furiosa con él.

– ¡No vuelvas a hablarme en tu miserable vida de nuevo! ¿Me oíste bien? ¡Nunca!– le grito.

Seguí caminando hasta llegar a mi casa. Me encerré en mi habitación y puse música a todo volumen. Quería olvidarme de Max, lo odio tanto. Daría lo que fuera por olvidar que algún día estuve enamorada de él.

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Pero que le pasa a Max, cree que Crista lo va a perdonar.

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Att: Tiarangelis