Capitulo 9

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-¡Ayuda!- decía Kayla mientras buscaba a alguien que ayudara a Adrian pero estábamos muy lejos de la ciudad y de la entrada del parque, tendríamos que caminar por lo menos unas tres horas para llegar a la entrada.

Mientras Kayla gritaba desesperadamente los disparos no dejaban de resonar en el cielo, por instinto voltee y lo que vi no me gusto para nada. A lo lejos se podían distinguir dos grupos de personas armadas.

-Sam haz que Kayla deje de gritar, nos verán- con eso Sam corrió a taparle la boca a Kayla y los chicos levantaron a Adrian del suelo.

-Vamos chicos tenemos que movernos rápido- todos empezamos a trotar para alejarnos lo más rápido posible- ¡ah!- mire mi pie estaba atorado entre dos rocas.

-Vamos Emi muévete tenemos que irnos- me dijo Dana parándose a mi lado.

-No puedo mi pie se ato.. Ah pero ¿qué...?- alguien me empujo con tanta fuerza que mi pie se desatoro y caí hacia adelante con un humpf! En el suelo con al parecer Kayla encima de mi. Los disparos cada vez sonaban mas cerca . Me quite de encima a Kayla y me pare para poder ver sobre la zanja en la que estábamos.

-¡Hey! Chicos traigan a Adrian para acá- Lucas, Jack, Bill y Alejandro llevaron a Adrian asía donde nosotras estábamos. Cuando ya estaban todos escondidos en la zanja se empezaron a escuchar mas cerca los disparos.

Todos nos quedamos callados y escuchamos como se acercaban los pasos, de repente se escucha una voz.

-¡¿Dónde están?!- grito enojado un hombre desconocido

-No deben estar muy lejos- le respondió otra voz desconocida

-No los podemos perder...

-Por allá- interrumpió otro hombre pero antes de poder escuchar algo mas se oyó otro disparo que me dejo los pelos de punta.

-¡Rayos! ¿¡Qué haz echo!?

-El se puso en el camino, no fue mi culpa...

-Antes de que empiecen a pelear díganme que diablos haremos con el cuerpo- interrumpió la misma voz que indico donde se hallaba su contrincante o a alguien que, al parecer, querían matar.

Después de unos minutos de silencio, al hombre que en un principio estaba enojado, se le ocurrió una idea no muy buena para nosotros que escuchábamos atentamente en espera de que se fueran.

-Tíralo en aquella zanja de allá.

De repente cayo un cuerpo frente a nosotros, lleno de sangre y tierra que daba la apariencia de que había caído en lodo al recibir el balazo. Era algo espeluznante sus ojos estaban abiertos, sin vida, observando a hacia nosotros como si fuéramos los culpables de su muerte aunque claro eso solo era mi imaginación y al parecer también la de mis amigos porque Kayla grito.

-¿Qué fue eso?

-Mm... al parecer viene de ahí abajo.

Empezamos a escuchar pasos que sigilosamente se acercaban a nuestro escondite, de repente vi la punta de una arma, que al parecer era una ametralladora, entre mi cabeza y la cabeza de Adrian.

-No te muevas- dijo articulo Adrian con los labios sin hacer algún ruido que nos delatara de nuevo, yo solo asentí y espere a que quitaran esa arma que estaba al lado de mi cabeza.

Un hombre, de no mas de treinta años, se asomo y se nos quedo viendo por unos segundos. Ese era nuestro fin, ya nos habían descubierto, solo quedaba esperar a que no nos matasen. El hombre se levanto.

-No, no vi a nadie- dijo con un tono de voz que convencía a cualquiera.

Me tomo por sorpresa que el no revelara nuestra ubicación.

-Bien entonces sigamos.

Después de media hora salimos de nuestro escondite.

-Adrian tu pierna...- empecé

-Ya le hice un torniquete- me interrumpió Alejandro- debería aguantar hasta que encontremos ayuda.

-Ok, bueno ahora necesitamos volver al campamento a ver si hay algo con lo que podamos parar la herida de Adrian- dicho esto nos encaminamos hacia el campamento.

Cuando llegamos...

-¡Chicos por fin los encuentro!- grito el padre de Sam que nos esperaba en el campamento.

-¡PAPÁ!- Sam salió corriendo a abrazar a su papá- necesitamos ir urgentemente al hospital- su padre la miro preocupado, al parecer no se había dado cuenta que los chicos venían cargando a Adrian pero en cuanto su padre se movió para observarnos lo vio.

-Chicos rápido suban a Adrian a la camioneta después mando a alguien para que recoja sus cosas- todos nos subimos a la camioneta y llevamos a Adrian al hospital.

Un día después...

-Por fin logramos hacer que dejara de sangrar su pierna pero ha perdido mucha sangre- al parecer la bala le había llegado hasta una arteria- ¿Hay algún donador que tenga sangre tipo AB negativo?

Yo trague saliva-si... yo... yo tengo sangre AB negativo-. Mis piernas empezaron a temblar así que decidí sentarme para que dejaran de temblar, ahora recuerdo porque odio los hospitales, el olor a enfermedad y medicina, las jeringas, la sangre, la falta de color... Desde pequeña he odiado el blanco con todas mis fuerzas, tal vez será ridículo pero yo me traume.

Flash Back

"Un día iba caminando por la esquina de una alberca y de pronto me resbale, mi cabeza choco contra la puntiaguda esquina de la alberca y mi rodilla contra la otra esquina, al ver tanta sangre me desmaye no sin antes ver algo blanco en mi rodilla. Cuando me desperté los doctores afirmaron mi suposición.

"¿Qué pasó?" pregunte mareada, me toque la cabeza que me dolía horrible, tenia una venda.

"Ibas caminando por la orilla de la alberca y te caíste, las heridas fueron muy profundas, se alcanzaban a ver el cráneo y el hueso de la rodilla" dijo el doctor.”

Flash Back end.

Desde entonces no soportó ver algo blanco por mucho tiempo porque los recuerdos vienen a mi...

-¿Estas segura de que quieres donar sangre? Si no buscamos a alguien mas- decía mi madre por teléfono, ya que para donar necesitaba el permiso de mis padres.

-Si mamá, estoy bien segura no pasara nada- dije mas para mi que para mi mamá, era la primera vez que donaba y mis manos no dejaban de sudar.

Llego una enfermera que traía una aguja que estaba conectada mediante un tubo de plástico a una bolsa, alcohol , una liga y un algodón. Me puso la liga y paso el algodón con alcohol en mi antebrazo, después fue por la aguja y cuando ya la iba a poner en mi brazo…

-No, no, espere- la enfermera, como acto de reflejo a mi grito, se alejo de mi brazo- ya, ya puede sacarme sangre- la enfermera se volvió a acercar y volvió a acercar la aguja...-¡no!

-¡señorita!- estallo la enfermera - si no quiere que le saquen sangre ¡¿Qué hace aquí?!

-No, solo son los nervios... puede proseguir.

La enfermera se acerco, me volvió a pasar un algodón con alcohol ya que ya se había secado mi brazo e inserto la aguja en mi brazo, ver mi sangre entrando a aquel tubito y entrando a la bolsa para sangre me causo nauseas pero me tenia que aguantar y volteé hacia otro lado.

-Listo señorita, se puede ir- yo salí lo mas rápido posible para encontrarme con todos en la sala de espera.

No me dejes (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora