Capitulo 12

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Caminar no era lo difícil lo difícil era subir las escaleras de la entrada de aquél lugar al que Alex me llevaba. Después de subir las escaleras deje de caminar, estábamos parados en... algún lugar, ya no oía a Alex.

-¿hola? ¿Alex? ¿estas aquí?- de repente sentí como alguien se ponía al lado de mi- ¿Alex?

-¿que?- dijo como si todo este tiempo hubiera estado en otro mundo y por fin volviera a la realidad.

-nada... solo quería saber si seguías aquí.

-nunca te dejaría sola- dijo abrazándome.

-por cierto, ¿en dónde estamos?

-ya te dije que es una sorpresa.

Hice una mueca- esta bien.

-listo.

-¿qué?

-tu solo camina.

-ok.

Seguimos caminando por unos minutos hasta que me levantó y luego me sentó como en un escalón o algo así y me dijo que no me moviera ni un milímetro, después de unos cinco largos minutos de espera el volvió a hablar.

-listo ya puedes quitarte el paliacate

Me lo quite y lo primero que vi fue un paisaje hermoso, estábamos en el techo de algún edificio, mas bien hotel, que estaba al lado del mar, se podía ver el atardecer convertirse en noche. Volteé y me encontré con una pizza hawaiana enorme, mi favorita, y dos tapetes, de los que se ponen en las mesas para comer, uno de mi lado y otro del lado de Alex que me miraba atentamente observando todos y cada uno de mis movimientos. Sonreí.

-que te parece? Se que no es lo mejor del mundo y que tal vez tu idea de una cita es en un restaurante lujoso con velas...-lo interrumpí.

-no, esta es la mejor de todas las citas que me puede haber imaginado.

-¿si? ¿Y qué citas te imaginaste?

-jajaja la verdad lo dije por decir nunca me había imaginado una cita simplemente imaginaba que si iba a ir a alguna cita el chico me tendría que sorprender.

-¿y...?

-si, si me sorprendiste.

Se acerco a mi lentamente y me beso.

Una vez un sabio dijo que si te enamoras de dos personas mejor te quedes con la segunda ya que si en realidad amaras a la primera no te hubieras enamorado de la segunda. Y creo que le haré caso a ese sabio, no creo que me hubiera gustado Alex si, según yo, amara a Adrian pero lo que son las cosas, amo a un solo chico al chico que un día mientras tomaba un café y conversaba con mi supuesto amor platónico me vio y yo lo vi, con sus hermosos ojos azules con verde y su pelo negro, mas negro que la noche al igual que su alma, me enamore de un diablo después de haber amado a un ángel y ese diablo, mi diablo, se enamoro de mi.

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El diablo había preparado una sorpresa para su amada con la esperanza de quitarle esas dudas que el ángel le había provocado, el diablo nunca tuvo mucho dinero ni la familia perfecta, el siempre pensó que siendo el diablo ocultaría toda la fragilidad que hay en el, hasta que un día la mas hermosa de las ángeles se le apareció en un café mientras el buscaba a otra chica con la cual meterse a la cama y botarla al día siguiente pero ahora el amaba a su pequeña ángel y no permitiría que un ángel con aires de galán se la quitara, nadie le quitaría a la chica que le enseño que ser frágil no es malo, que se puede ser fuerte siendo frágil.

El ángel había salido herido de aquella excursión y sin darse cuenta había hecho que la pequeña ángel volviera a sentir una muy pequeña parte de lo que alguna vez sintió por el, mientras estaba en el hospital pensaba las mil cosas que la pequeña ángel y el diablo podrían estar haciendo y también pensaba que en cuanto saliera de aquel lugar haría a la pequeña ángel suya y de nadie mas.

La pequeña ángel se había encontrado en una gran encrucijada, siempre pensó que estaría destinada a la tristeza eterna, su ángel nunca pensó en ella como algo mas que como una amiga y ella nunca pensó en alguien que no fuera el... hasta que ese diablo llego y la hizo suya, nunca pensó que alguien podría hacer eso ya que ella creía amar desenfrenadamente a aquel ángel, pero después de aquel día con su querido diablo había entendido que el diablo era el indicado, ya no tenia mas dudas de a quien querer o por lo menos eso creía ella...

No me dejes (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora