Capitulo 17

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-¿quieres algo para desayunar?

-¿eh?- dije abriendo los ojos lentamente.

-jajaja buenos días!

-¿eh?- abrí mas los ojos- ¿Alex? ¿Qué haces aquí?

-¿pues qué mas? Espero a que despiertes.

-no, bueno eso ya lo se.

-¿entonces para qué preguntas tanto?

-olvídalo... ¿desayuno?

-si.

-¿donde?

-no se... vamos a un día se campo!- grito en cuanto se le ocurrió la idea.

-ok, deja me cambio.

-si, mientras voy a la cocina por la comida.

-ok.

El salió del cuarto y yo me metí a bañar, después de salir del baño me puse unos jeans negros que se habían roto de la parte interna de los muslos y que la verdad enseñaba mas de lo que debía enseñar pero esos pantalones eran mis preferidos y daba igual lo que la gente pensara, una playera negra, aguada, que tenia al payaso Eso, mis converse negros y me amarre el pelo en una coleta alta.

-listo!- dijo Alex entrando al cuarto.

-ahh!

-¿porqué gritas?

-por que entras sin tocar!!

-bueno perdón...

-¿¡y si hubiera estado desnuda?!

-pero no lo estas y además ya sabia que ya estabas vestida.

-¿cómo que ya sabias?- lo mire amenazadoramente.

-¿pues ya sabes no...?

-no... no se, ¡¡Me estabas espiando!!

-NO! No, no, yo nunca dije eso.

-pero es verdad ¿cierto?

-ehh...- se agarro las manos nervioso- si, pero te juro que no te vi completamente desnuda!! Ya tenias la ropa interior puesta!!

-¿¡QUÉ!?

-...

-te voy a matar!! Maldito pervertido!!

Le empecé a pegar con mi cuaderno de dibujo que estaba sobre mi buró.

-ahh! Ya, ya, perdón.

Solté un gruñido y salí del cuarto, ¿qué se pensaba? ¿qué por ser mi novio iba a pasar por alto el echo de que me estaba espiando al vestirme? No, claro que no.

-Emi! Perdón! Te juro que no lo vuelvo a hacer.

Yo no respondí solo salí de la casa en dirección a su moto, el ya había amarrado la canasta ahí, me subí en la moto y seguí en mi plan de no hacerle caso.

El me vio por ultima vez antes de subirse a la moto y arrancar.

Después de una hora llegamos a un campo, el detuvo la moto y empezamos a caminar hasta llegar a un árbol enorme que era el primero de miles que se encontraban de tras de el.

Iba caminando asía el árbol cuando el me abrazo por la espalda.

-hules tan bien- me dijo con su vos seductora haciendo que los vellos de mi cuello se erizaran.

-A...Alex.

-¿la señorita ya me habla?

-no.

No me dejes (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora