El hijo de Lucifer (Corrigiendo)

El hijo nocturno. Parte 1

El hijo de Lucifer

::.El hijo nocturno. Parte 1

Recordaba los gritos, el metal crujiendo, el vidrio de las ventanas estallando. Todo eso en una fracción de segundos. Eso se repetía una y otra vez en su cabeza. La angustia de no saber qué sucedía, de no poder sostener a Dallas debido a los movimientos bruscos, su pecho oprimido contra el posabrazos, su agonía por oír los llantos y súplicas, todo eso culminando con la visión de su amado cayendo al vacío.

-¡Booba!

Despertó ante el llamado. Sintió su cuello dolerle debido al brusco movimiento que hizo, uno que lo obligó a recostarse. Alexander estaba a su lado y lo miraba preocupado. Nuevamente había tenido una pesadilla del accidente, y como las anteriores ocasiones, deseó llorar, pero no lo hizo. Debía superarlo. Debía ser fuerte. Pero era difícil.

-Tranquilo, no estás solo-El pelirrojo posó una de sus manos en su hombro, dándole apoyo-Tus padres llamaron. Están en el aeropuerto. Llegaran en un par de horas-Informó serio-Vendrán aquí.

-Gracias...-Susurró, intentando disipar el nudo de su garganta-¿De Dallas...? ¿has sabido algo de Dallas?-Lo miró esperanzado.

-Sigue dormido. Estable, pero aún no despierta.

-¿Puedo ir a verlo...?

-Booba-Suplicó-Necesitas descanso absoluto. No puedes moverte-Le recordó. Sabía que el castaño quería ver a Dallas, pero era imposible por el momento-Por cierto, tienes visita-Informó, levantándose y yendo hasta la puerta para dejar entrar a un cansado hombre que sostenía en sus brazos a un cachorro.

-Señor Víctor...-Pronunció, sintiendo nuevamente deseos de llorar mientras recibía a Princesa la cual le lamió de inmediato el rostro, buscando al mismo tiempo refugio en los brazos de su amo.

-Booba, me alegra verte-Dijo el hombre sincero. Alex salió para darles privacidad.

-¿Cómo está Dallas?

-Por el momento bien. Mientras no despierte no se puede saber qué secuelas tendrá...-Suspiró afligido-Si es que despierta. Pero están bien. Vivos, y eso es lo que importa.

-Lo lamento mucho...-Murmuró en un hilo de voz, dejando lágrimas caer por su rostro.

-Booba, tú no tienes la culpa de nada. Son...cosas que suceden...

-Pero...pero...

-Tranquilo-Le acarició el cabello con cariño-Las cosas mejorarán-Aseguró.

Eso esperaba. Que las cosas mejoraran. Justo cuando al fin había logrado hablar con Dallas, retomar una amistad que jamás debió destruirse con la posibilidad de volver a estar en sus brazos. Cuando al fin las cosas parecían estar bien, sucedió el accidente y con ello Dallas nuevamente en coma. La vez anterior fue por culpa del Hombre Sombra y logró salvarlo de aquella oscuridad, pero ahora era por un golpe en la cabeza, algo que no comprendía del todo y que sólo causaba que quisiera llorar, preguntándose constantemente ¿por qué?

-¿Lo harán...?-No pudo evitar dudar el menor-¿Las cosas mejorarán?

-Mejorarán.

***

Se vistió lo más cómodamente posible y salió de su habitación para pedirle a su hermano que la llevara con su padre. Sabía que Pomelo no le agradaría la idea de que fuera a verlo, pero le insistió hasta que el mayor terminó accediendo. Sonriente, se subió al automóvil, siendo llevada hasta un barrio tranquilo donde vivían varios marinos retirados, entre ellos su papá.