El hijo de Lucifer
::.El hijo siendo atacado. Parte 3
-Esto es un fastidio-Susurró Trevor, mirando a su alrededor.
Alexander lo había obligado a permanecer en su mansión, algo que le molestaba de sobremanera. De igual forma, aprovechó la situación. Estar alejado unos días del sector podría ayudarlo a no tener molestias con el asunto del Banco de Alimentos, además de que podría usar los cientos de libros que tenía el pelirrojo.
-De algo que sirva estar aquí-Murmuró, buscando algo que le ayudase.
-¿Qué necesitas?
Volteó, encontrándose con el chico rubio que siempre acompañaba a Alex. Uno que no le había dirigido la palabra hasta ese momento, aunque tampoco habín coincido en la misma habitación ya que la mayor parte del tiempo él evitaba a todos en la enorme casa.
-No te interesa-Respondió, regresando a ver los libros.
-Eres Trevor ¿no?
-No te importa-Cortante.
-Bastante agradable-Sarcástico mientras tomaba lo que parecía ser un libro histórico de la ciudad.
-Aien, encontré algo.
Una tercera persona habló. Miró primero al rubio quien había empezado a caminar a quien sea que lo llamó y después sus ojos se posaron en aquella persona, sorprendiéndose de ver a alguien conocido.
-¿Trevor?
Benjamín, que había ido a la mansión luego de hablar con Aien para buscar información, no se esperó encontrar a Trevor, especialmente porque creía que el menor evitaba a todo aquel que tuviese una vida mejor a la de él y su sector.
-¿Qué haces aquí?-Preguntó el menor serio, recordando fugazmente aquella vez en la que Benjamín visitó a la abuela de Alexander y Mika.
-Visita-Se limitó a responder. Trevor notó que sus palabras no eran ciertas, aun así no preguntó puesto que notó las marcadas ojeras en el rostro del mayor-¿Y tú? ¿buscas algo que te ayude con el tema del banco?-Curioso. Aien, quien obviamente se había dado cuenta que sobraba, se marchó a la mesa donde Benja y él tenían varios periódicos desperdigados-¿O no?
-Sí, busco algo-Contestó.
-¿Te ayudo?
-No-Cortante. Benja suspiró.
-Está bien-Aceptó-Si me necesitas, estoy allá-Señaló donde Aien lo esperaba. Benjamín quería preguntarle más, específicamente el si conocía a Alexander, pero sabía que el menor no le respondería por lo que prefirió callar.
***
Booba se separó de Alex cuando su celular comenzó a sonar. Pensó en que tal vez su mamá lo llamaba de nuevo, por lo que carraspeó para despejar su garganta, contestando. Lo primero que escuchó fue el maullido desesperado de un gato. Extrañado, miró la pantalla, viendo el nombre de su ex-novio ¿Por qué Dallas lo llamaba si se suponía que no lo recordaba? Su corazón latió con fuerza cuando volvió a colocar el aparato contra su oreja.
-¿Dallas?-No obtuvo respuesta y el gato seguía maullando-Uriah...-Susurró. El minino era mimoso, pero no berrinchudo. Entonces ¿Qué le sucedía?-¿Dallas? ¿Dallas eres tú? Responde-Pidió, empezando a preocuparse.
-¿Qué sucede?-Preguntó Alex y Booba lo miró angustiado.
-Es Dallas. Él llamó, pero no responde-Dijo, centrándose nuevamente en su celular-¿Dallas? ¿Estás ahí? Dallas ¡Contesta!-Se desesperó.
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El hijo de Lucifer (Corrigiendo)
HorrorLos juegos acabaron y con ello se viene algo peor. Booba juró a Lucifer encontrar a su hijo a cambio de que se deshiciera del Hombre Sombra. Pero las cosas no serán fáciles. Una lucha por el poder y además un desiquilibrio emocional harán que el ter...