El hijo nocturno. Parte 2

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El hijo de Lucifer

::.El hijo nocturno. Parte 2

Entró a su habitación, suspirando aliviado de ver a Aien. Estaba a punto de ir a la casa del rubio cuando Azul llegó informándole que lo había encontrado en el laberinto de rosas. Aquello lo tranquilizó bastante. Aunque no lo admitiera, Aien era demasiado sensible y si hubiese decidido estar solo en su antigua casa, hubiera acabo por quebrarse, y la verdad es que no sabía si podría ayudar a su amigo si llegase a aquel punto. Si Aien seguía en pie, era por el simple hecho de que sentía que debía mantenerse por él, por Alex quien no sólo perdió a Mika sino también a su abuela, y Aien no era egoísta, él dejaba a un lado sus sentimientos para ayudar a los demás y eso tarde o temprano lo colapsaría.

-Me quedé dormido-Habló rubio desde la cama de Alexander donde estaba recostado-¿Cómo te fue donde tu abuela?-Interrogó, decidiendo que lo mejor sería cambiar el tema. Alex se sentó en la orilla sin quitarle la mirada de encima-Estoy bien, Alex.

-No lo estás.

-...

-Aien, déjame ayudarte.

-¿Y cómo...?-Lo miró molesto.

-No lo sé, pero...-Suspiró-No sé cómo ayudarte, pero debe haber una forma.

-¿Superar la muerte de Aiad tal vez?-Formuló con frialdad. Alex calló-¿Tú olvidarías a Mika y a tu abuela? ¿No se supone que todo tiene un proceso? ¿Por qué no puedo tomarme el tiempo de superar el mío? Si quiero puedo deprimirme por un año, es mí problema-Alegó.

-No estás solo, Aien.

-¿Entonces por qué me siento solo?-Cuestionó, intentando mantenerse firme.

-Porque te estás cerrando.

-...

-No debes superar la muerte de Aiad. Debes vivir con eso, aprender a sobrellevarlo.

-Tú eres más fuerte que yo, Alex. No sé cómo sigues de pie a pesar de...todo lo que has vivido.

-...Fue porque permití que las personas que quiero me mostraran que la vida continua. Al principio es difícil. Sabes cuánto sufrí con lo de mi madre, también con mi padre, y con Emma...-Pronunció el nombre de su primer amor-Ella no murió, pero nuestros caminos se separaron y me tomó tiempo reponerme. Incluso ahora, con lo de Mika y mi abuela. Aún sufro-Admitió, mirándolo a los ojos-No te estoy diciendo que debes dejarlo ir. Aiad fue y aún es parte de ti. Fueron gemelos. Su vínculo era aún mayor. Pero no debes cerrarte, Aien. Debes tomar todo ese dolor y liberarlo de alguna forma.

-...

-¿Lo intentarás?

-Sí-Apoyó su cabeza en el hombro de Alexander-Lo intentaré-Prometió, mirándolo-¿Cómo te fue en casa de tu abuela?-Preguntó serio.

-Traje todas sus cosas más preciadas y encontré una hoja en su testamento la que decía: "Mis confesiones".

-¿Tu abuela les escondía algo a Mika y a ti?-Se sorprendió.

-Al parecer...-Suspiró-Aún no la leo ya que estuve buscándote.

-Pues ya hablaste conmigo. Ve a leerla.

-Sí, antes iré a ver a Booba-Dijo, levantándose. En eso tocaron a su puerta-Adelante-Entró su mayordomo-¿Sucede algo?

-Un joven llamado Trevor lo busca-Informó serio. Alex suspiró largamente.

-¿Trevor?-Aien no reconocía aquel nombre.

-Uno de los tantos chicos que cuidó mi abuela.

-¿Y qué quiere contigo?

El hijo de Lucifer (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora