El hijo de Lucifer (Corrigiendo)

El hijo y conversaciones nocturnas

Nota: Hola n.n ha pasado un largo tiempo, pero estuvo corrigiendo pequeños detalles de la historia. No he desaparecido, estoy aquí, de igual forma quiero hacerles la invitación de seguirme en Facebook donde he ido informando sobre la situación y además estoy empezando a subir pequeñas "preguntas y respuestas" para los personajes, si es que les interesa saber más sobre ellos. Sin más que decir, disfruten!>.<)/ 

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El hijo de Lucifer

::.El hijo y conversaciones nocturnas

-Ten.

Booba recibió el vaso de agua, dándole de inmediato un largo sorbo. Había llorado bastante. Un desahogo que necesitaba desde hace mucho tiempo y que al fin había llegado, aunque dejándole un horrible dolor de cabeza que de a poco desaparecía ante las atenciones del pelirrojo.

-Gracias, Alex.

-De nada-Se dirigió hasta su armario-Puedes quedarte aquí.

-¿Y tú?-Desconcertado-¿Dónde dormirás? Digo, es tu cama. Yo puedo...

-Descuida. Dormiré en otra habitación con León. Tenemos cosas que hablar, y prefiero que tú duermas cómodo. Lo necesitas-Sacó un par de prendas y volteó a ver a Booba quien tenía la mirada baja-¿Te sientes demasiado mal?-Se preocupó. El castaño negó.

-Sólo recordé las noches en las que dormí con Dallas-Respondió triste, sonrojándose luego-¡No en ese sentido!-Exclamó-Yo, bueno...sí, pero hablaba de...

-Tranquilo. Fueron novios y llegaron hasta ese punto. Pero entiendo, te refieres a las noches que pasaron como amigos-Comprensivo.

-Sí...-Susurró-Desde niños, casi cada noche...-Dejó salir afligido el aire de sus pulmones-¿Puedo pedirte que te quedes conmigo esta noche? No quiero dormir solo-Pidió con los ojos vidriosos.

-Me quedaré-Accedió sin dudarlo, y se acercó al más bajo, dándole un beso en la frente-Lo que me pidas, lo cumpliré mientras esté a mi alcance-Prometió, tomándole la mano para depositar otro beso que contenía sus sentimientos.

***

-¿Cómo te sientes?-Preguntó Aien mientras abría un libro, depositándolo en su regazo.

-Mejor-Contestó Dallas, girándose para mirar al rubio que estaba sentado en el sofá junto a la cama.

-Es un libro de demonología1-Respondió la muda interrogante del moreno.

-No te pregunté.

-Busco información sobre Amon, aunque no se dice demasiado-Continuó hablando.

-¿Amon? ¿El Dios Egipcio?

-Ese es Amón o más bien Imen-Corrigió-Amon es catalogado como el Príncipe del infierno.

-Ya veo...-Murmuró, no demasiado interesado en el tema.

La habitación quedó en silencio, escuchándose el leve sonido de la lluvia que golpeteaba contra la ventana. Dallas cerró los ojos un momento, llegando a su mente Nicolás. Suspiró, volteando, intentando alejar de sus pensamientos al doctor, pero este nuevamente regresó y con ello sus palabras: "Anoche fue significativo para mí" "Tú me gustas" "...más adelante, cuando comprendas el peso de mis palabras, específicamente mis sentimientos, quisiera tener algo contigo". Volvió a dejar salir el aire de sus pulmones con bastante fastidio.

-¿Sucede algo?

Regresó a ver a Aien quien lo miraba, esperando una repuesta no vaga de su parte. Dallas lo observó unos largos segundos en los que el rubio esperó con paciencia hasta que el moreno al fin habló.