El hijo buscando ayuda

87 6 14
                                    

El hijo de Lucifer

::.El hijo buscando ayuda

Tenía bastante sueño, aun así, no podía despegarse de la pantalla de su computador ni tampoco de los papeles regados por todo su cuarto. Llevaba tres días encerrado en su departamento buscando información sobre rituales en los que se invocó al Rey de las tinieblas, supuestos niños poseídos por Lucifer, eso y muchos más. Era demasiado, millones de personas en todo el mundo. Tantos datos que más que llevarlo a algo concreto lo alejaban de su objetivo.

-No tengo un tiempo límite...-Susurró, colocando el buscador en Internet.

El no tener una fecha lo hacía sentir aún más nervioso. Más ante el hecho de que si no cumplía, si no hallaba al hijo de Lucifer, alguien querido por él le sería arrebatado. El temor de que aquello pudiese suceder aumentaba a medida que los días transcurrían. Estaba exhausto, pero no podía detenerse por nada del mundo. Pronto se iría con sus padres de viaje por el verano. Estaría fuera por varios días, por eso debía buscar lo más posible mientras pudiese.

-No te quedes dormido-Se dijo cuando se percató que cabeceaba.

Suspiró y se restregó la cara, levantándose luego para poder despertar. Miró a su cachorra, durmiendo en su camita, ajena a las preocupaciones de su dueño. Sonrió un poco y se hincó para poder acariciarle la cabeza. Su dormilona Princesa ni siquiera sintió su caricia, estaba profundamente dormida.

Pensando en un café, fue a la cocina, poniendo agua a hervir. Buscó una taza y vertió un poco del agua semi-hervida para temperarla, regresándola luego a su lugar. Después buscó café, pero no encontró. Suspiró y pensó en un té, aunque este no le serviría demasiado para permanecer despierto, pero era mejor que nada.

-¿Dónde está el té...?-Se quedó quieto al ver la lata que contenía hojas de té negro en su interior sobre el mesón y bajo de ella un trozo de papel-Eso no estaba ahí antes...-Susurró temeroso al momento que tomaba la nota para leerla-Tras de ti-Leyó justo cuando se oyó un graznido. Volteó y pegado en el refrigerador había otra nota medio quemada en la punta-Lucifer odia esperar-Palideció, reaccionando sólo a apagar todo para correr a su cuarto, encerrándose.

Su mayor miedo se estaba haciendo presente. Lucifer había dado señales de vida y eso sólo significaba que las cosas empeorarían.

-Debo seguir buscando-Se dijo, sentándose frente a su computador.

***

Resaca. Odiaba la resaca. Es por eso qué evitaba beber demás, porque no toleraba el horrible dolor de cabeza posterior a embriagarse hasta perder la razón. No recordaba más allá de tener dinero en sus manos, de ahí, con un último trago, todo se le hizo difuso. Sólo recordaba la brisa fría de la noche contra su rostro, y la cercanía de Jonathan.

-Al fin despiertas.

Abrió los ojos al oír a uno de los hermanos de su amigo y suspiró con fastidio al notar que era el más odioso. Se reincorporó a pesar del horrible dolor de cabeza y se levantó, notando que sólo llevaba boxer.

-¿Dónde está Jona?-Preguntó, mirándolo con desagrado. El chico un par de años mayor que él sonrió divertido.

-En su cuarto, odiándote por haber vomitado sobre su cama-Rio. Una risa chillona que Eric detestaba-Como sea, ahora lárgate porque esta es mi habitación.

-¿Qué?-Miró a su alrededor, notando que efectivamente no estaba en la pieza de invitados ni tampoco en la de su amigo.

-Tendré que desinfectar mi cama. De seguro Jonathan y tú dejaron sus gérmenes por todos lados-Comentó con desagrado. El moreno sonrió burlonamente al notar que el otro miraba de más su cuerpo.

El hijo de Lucifer (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora