El hijo y la bruja

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El hijo de Lucifer

::.El hijo y la bruja

Terminaron caminando debido a que la casa de la mujer que buscaban se encontraba en medio de una zona con calles demasiado angostas. Booba miró los alrededores con curiosidad puesto que aquello era una locura. Calles ascendentes, escaleras, callejones que variaban sus dimensiones, casas pintadas de diferentes colores. En aquel lugar era fácil perderse, aunque los desniveles eran comprensibles puesto que aquel sector de la ciudad abarcaba parte de un cerro.

-Booba.

Miró a Alex quien lo tomó del brazo. Los demás estaban un poco alejados.

-Te estás quedando atrás-Le tomó la mano-No es conveniente que de pierdas.

-...Oh, sí-Bajó la mirada apenado.

Que Alex le tomase la mano, se sentía diferente al ser consciente de que el pelirrojo sentía algo por él y también extraño al encontrarse Dallas presente, aunque su ex-novio no parecía interesado en ellos, entreteniéndose con mirar las casas.

-Entiendo...-Alexander soltó su mano-Imagino que estando Dallas no quieres que malinterprete...

-¡No!-Booba negó efusivamente-No, yo...-Le tendió su mano-Vamos-Lo animó. Alex sin decir nada volvió a tomarle la mano para comenzar a caminar.

Pronto se reunieron con los demás, continuando la marcha. Aien parecía conocer bien el lugar, aunque debido a su condición debía tomar descansos cuando subía escaleras demasiado empinadas.

-Es aquí-Avisó el rubio deteniéndose ante una casa de aspecto peculiar.

Era de estilo victoriano, pero se podía apreciar el paso de los años en sus paredes. Su color era de un azul vibrante, realzando los marcos de la ventana y puerta con burdeo. En la parte superior había un pequeño balcón, y en la entrada, tres escalones amplios y altos.

Sin siquiera tocar, la puerta les fue abierta. Estaba anocheciendo, por lo que las luces de los postes se encendieron, indicando lo tarde que era.

-¡Hola!-Saludó una mujer que debía rondar los cuarenta. Era alta y de cabello alborotado, y usaba una larga túnica de color aguamarina con detalles dorados1-¡Bienvenidos!-Los invitó a entrar.

Dudando, se movieron cuando Aien tomó la iniciativa, subiendo los escalones hasta detenerse junto a la mujer que le regaló una afable sonrisa.

-Ha pasado un tiempo-Pronunció-La vida ha sido dura contigo-Alcanzó su mejilla-Pero volverá a sonreírte, aunque para ello aún te queda camino por recorrer-Aien no pronunció palabra-¡Vamos, adelante!-Aligeró el ambiente.

Dentro todo era llamativo y misterioso. Del techo colgaban adornos de vidrios móviles, algunos parecían tener luz propia. Había plantas de hojas enormes, la alfombra del living combinaba con la madera del piso, mientras las paredes tenían colores cálidos. El lugar transmitía paz y era agradable, pero Dallas se sentía ansioso.

-...

-Tranquilo-Le habló la mujer. El moreno la miró-Nada malo te sucederá aquí-Prometió. Pronto una chica apareció, saludando de forma general y dejando una bandeja con té sobre la mesa de centro. Eran dos tazas y una tetera de porcelana.

-Síganme-Pidió la joven señalando un pasillo.

-Quiere hablar a solas con Dallas-Entendió Aien, moviéndose para seguir a la chica. Alex y León lo siguieron, Booba miró un momento a Dallas antes de retirarse, y ya solo el moreno con la mujer se sintió extrañamente más nervioso sin entenderlo.

El hijo de Lucifer (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora