El hijo y la familia

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El hijo de Lucifer

::.El hijo y la familia

-¿Mamá?

Entre todas las personas que se esperaba ver ese día, su madre era la última que pasó por su cabeza. Cuando sintió movimiento en la cocina, pensó en un ladrón, no en su progenitora cocinando el desayuno, uno que se veía excelente. Eran panqueques. Algo dulce en la mañana siempre era bienvenido, más si era acompañado de la compañía de su querida madre.

-¿Hola?

-¡Hola, mi amor!-Saludó feliz, besándole la mejilla para posteriormente abrazarlo con efusividad.

-No me dijiste que vendrías.

-No. Quise darte una sorpresa, aunque sea una corta puesto que debo mañana ya regresar para tomar el crucero.

-¿Embarcó aquí?

-No, en la ciudad vecina-Rio.

-Digo, cerca. Sé que no tenemos costa-Hizo un puchero. Su madre volvió a reír-¿Qué hay de papá?

-Tu padre debe estar en algún lugar de Asia.

-Espero no quiera degustar platos nuevos.

-¿Tu padre? Lo más seguro que lo hará-Rio y Booba también lo hizo.

-Te he extrañado.

-Y yo a ti, mi pequeño-Maternal-¿Cómo ha estado todo?-Seria.

-Bien. Princesa se ha adaptado, ayer un profesor me ofreció trabajar de medio tiempo en un proyecto audiovisual, Sandi regresó a casa de su hermano y Fucsia es bellísima.

-¿La viste?

-No, solamente puede recibir visitas de sus familiares. Pero Sandi nos mostró una fotografía-Contó con emoción.

-¿Se parece a Sandía?

-Sí, bastante. Tiene su aire-Sonrió.

-¿Qué hay de Benjamín?-Dejó frente a su hijo un plato con panqueques y un vaso con jugo de naranja-¿Cómo lleva lo de su madre?

-No lo sé realmente. Benja es de guardarse las cosas, pero creo que hasta ahora sabe sobrellevarlo-Respondió.

Su madre no conocía directamente a Sandía y Benjamín con excepción de la ocasión en la que le celebró uno de sus cumpleaños, invitándolos. Igualmente, además de esa vez, la mayor sabía de ellos porque Booba siempre le hablaba de sus amigos, he ahí que estuviese al tanto de todo.

-¿Y Dallas...?-Tentó.

-...Él está bien-Sonrió un poco-Me está, de a poco, recordando. Pero me dejó claro que eso no cambiará nada entre nosotros y yo también le dije que eso no significaba que no me preocupase de él o quisiese ayudarlo.

-¿Estás bien con eso?

-Sí. Siempre esperé recuperar al menos la amistad de Dallas, pero ya debo asumir que puede que jamás lo haga. Dallas es quien es ahora, y para él soy en este momento un medio conocido. Y está bien. No puedo forzarlo, así como debo dejar de hacerme daño ¿no? Pero eso tampoco quiere decir que dejaré de verlo como lo que es, alguien que fue significativo en mi vida, y si tengo la oportunidad de tenderle la mano, no dudaré en hacerlo.

Su madre dejó a un lado lo que hacía para rodear el mesón hasta detenerse junto a su hijo a quien abrazó con fuerza. En el último tiempo Booba había estado sufriendo bastante con el tema de Dallas, y la mayor estaba aliviada de oír a su hijo que estaba dispuesto a no salir dañado, sin dejar de lado su esencia.

El hijo de Lucifer (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora