El hijo contra el tiempo

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El hijo de Lucifer

::.El hijo contra el tiempo

Cuando llegó al área de espera, el padre de Dallas ya se encontraba junto a Booba y Aien, acercándose el hombre hasta el doctor para poder hablar con él. Sandi en cambio caminó lentamente hasta Booba. La rubia tenía un horrible nudo en su garganta. Deseaba llorar y maldecir, pero no era ella quien debía estar destrozada en ese momento, si no uno de sus mejores amigos.

-San...

No lo dejó terminar. Si no hablaba ella primero sabía que acabaría llorando como una magdalena diciendo sólo incoherencias. Por eso interrumpió a Booba antes de que acabara de decir su nombre junto a una pregunta, para así poder informarlo con palabras claras y dolorosas.

-Dallas me reconoció-Empezó a decir en un hilo de voz. Booba sintió alivio, pero Aien notó de inmediato que las noticias no serían tan buenas a pesar de escucharse positivas-Su lengua, puede hablar, pero sisea. Y el doctor dijo algo de que tenía una leve dificultad motora pero que con terapia se recuperará. Dijo que era sorprendente que las consecuencias de lo sufrió fuesen tan mínimas. Es... No dijo la palabra, pero es un milagro-Habló monótonamente para no quebrarse.

-Entonces, dentro de todo está bien.

-Tiene dificultad con su memoria a corto plazo-Continuó Sandi, posando sus ojos en Booba-Dijo que es normal y deberá ejercitarla.

-"¿Y cuándo viene lo malo?"-Se preguntó Aien con seriedad.

-Booba, siéntate-Ordenó Sandi.

-No es necesa...

-Siéntate-Insistió la chica y su amigo la obedeció. Como la hace unas horas, se sentó junto al castaño y le tomó ambas manos con las de ella-Lo lamento mucho, Booba-Pronunció.

-¿Qué...? ¿qué sucedió?-Se preocupó de inmediato.

-Dallas recuerda quién es, cosas de su vida, supo quién era yo...-Su labio inferior tiritó y sus ojos ardieron-Pero no te recuerda a ti-Contó.

-¿Qué...?-Desconcertado.

-Le...Le dije que estabas fuera esperando. Le dije tu nombre...-Las manos de su amigo temblaban-Él...Él dijo que "no". Que no sabía quién eras...

-¿Por...por qué...?-Un par de lágrimas resbalaron por su rostro.

-No lo sé...-Lo abrazó con fuerza-El doctor dijo que deberás presentarte ante él. Esa es la única forma de saber si en realidad no te recuerda...

-Booba-El padre de Dallas se había acercado a ellos. El castaño lo miró angustiado-Ya debes saberlo...-Susurró con tristeza. Booba asintió-Dallas estará en observación. Dijeron que en unos días vinieses al hospital. Ellos te llamarán para poder verificar si...-Calló.

-...Comprendo-Articuló a pesar de desear ver en ese momento al moreno.

¿Por qué no reconocerlo sólo a él? Vivieron tantas cosas juntos. Se conocieron a los seis años, asistieron a la misma escuela, fueron compañeros de curso, vecinos, compartieron cama un sinfín de ocasiones, rieron, jugaron, asistieron a cumpleaños, se quedó bajo el cuidado del padre de Dallas en varias ocasiones, viviendo semanas en el departamento de este. Prácticamente se veían 24/7 ¿Entonces, por qué no lo recordaba? ¿Por qué, siendo que hasta el último momento estuvo a su lado?

-¿Por qué?-Pronunció sin poder evitarlo antes de quebrarse.

***

Miró la hora en su celular, luego los informes que tenía en sus manos y después nuevamente el aparato que tenía la pantalla apagada. Suspiró y dejó a un lado todo, retomando en unos segundos su trabajo, aunque no podía concentrarse. Su mente estaba puesta completamente en Booba. Se sentía confundido. Por un lado, le alegraba que Dallas hubiese despertado, pero por otro lado le dolía, aunque sonara egoísta, le molestaba en cierto punto lo consciente que era Booba con respecto al moreno quien lo hizo sufrir demasiado. Comprendía que eran amigos de la infancia, aún así una parte de él deseaba la cercanía de Booba.

El hijo de Lucifer (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora