El hijo siendo atacado. Parte 2

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El hijo de Lucifer

::.El hijo siendo atacado. Parte 2

-Puedo caminar-Se quejó mientras era ayudado por su padre para tomar asiento en una silla de ruedas.

-Es el protocolo-Habló Nicolás con una afable sonrisa-Debo llevarte en silla de ruedas hasta la entrada-Continuó, empujando el asiento para que avanzara.

-...

-Debes estar más contento. Pronto estarás de vuelta en tu habitación-Dijo su papá y Dallas sólo hizo un sonido que no denotaba ninguna emoción.

Víctor suspiró, sintiéndose abatido. Su hijo no era la persona más expresiva del mundo, mucho menos después de aquel horrible suceso de su infancia, pero aun así, de vez en cuando Dallas demostraba su desagrado o simpatía, no siendo extremadamente apático como lo era en ese momento.

-Debe tener paciencia-Habló Nicolás al notar su desasosiego.

-Lo sé...-Asintió. Era su padre y lo ayudaría a reintegrarse otra vez.

-¿Puedo nadar?-Ambos miraron a Dallas quien tenía la mirada posada al frente.

-Puedes hacerlo-Afirmó Nicolás-Nadar te ayudará con las habilidades motoras. Pero debes hacerlo en compañía hasta que tu cuerpo logre retomar su movilidad total.

-Entonces...

-Sí, puedes nadar, pero con alguien a tu lado-Recalcó.

-¿Te parece ir el próximo fin de semana?-Formuló su padre. Dallas lo miró con un pequeño brillo en sus ojos, uno que pronto se opacó.

-Pero trabajas...

Su papá había pedido demasiadas horas libres para poder visitarlo en el hospital, horas que debía saldar con trabajo extra.

-Cierto...-Recordó Víctor, sintiéndose pésimo.

-En ese caso...-Intervino Nicolás-¿te parece ir conmigo?-Sonrió.

***

Una semana después

Sonrió, sin demasiado ánimo, sólo para demostrar que estaba atento a la conversación, aunque en realidad se estaba aburriendo. Temas sobre actualidad y chismes, no eran sus predilectos. Le gustaba hablar de arte y cultura, pero sus "amigos" no parecían compartir sus gustos ¿entonces, por qué se reunía con ellos? Por sus padres quienes insistían constantemente en que debía hacerse conexiones, y he ahí unas cuantas, todo gracias al hijo del alcalde de la ciudad, un chico que parecía ser bastante cretino y mujeriego pero que de igual forma acabó por ser su "amigo" cuando él, Fado, le entregó su cuaderno, uno que encontró debajo de unas gradas. De ahí, en agradecimiento, lo invitó a su círculo de amigos, y siendo un completo cínico, acabó por encajar con ellos.

-Fado.

Una linda chica, con un perfecto maquillaje, lo llamó mientras ella se miraba en un espejo de mano, acomodando su ya ordenado cabello. Fado esperó a que le dijera algo, y cuando Dayan acabó, posó sus ojos cafés claros en él, sonriendo después. Ella era verdaderamente hermosa y plástica, pero ¿qué se puede esperar de la hija de una modelo profesional?

-Mañana habrá fiesta en la piscina en mi casa. Imagino que vendrás ¿no? siempre pones excusas-Se quejó.

-Pues...-Titubeó-"Aún estoy castigado"-Pensó-Yo...creo que sí-Terminó por responder. Si les decía a sus padres lo influyente que eran, posiblemente lo dejarían salir.

-Bien, te enviaré la dirección a tu celular-Y diciendo eso, regresó a verse al espejo para retocar su maquillaje.

-Oye, Fado-Llamó su atención otro chico, uno que pasaba la mayor parte del tiempo metido en su celular-Escuché que Roberto es tu hermano mayor-Comentó, sin despegar sus ojos de la pantalla del aparato. Parecía estar viendo videos de mujeres bailando sensualmente.

El hijo de Lucifer (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora