El hijo de Lucifer
::.El hijo afianzando relaciones. Parte 1
Cargó la caja con manzanas, depositándola sobre el mesón donde iban. La dirección que Elías le dio pertenecía a una verdulería que llevaba una pareja de ancianos los cuales le dieron trabajo de inmediato. Necesitaban un chico sano y fuerte, y Trevor obviamente no los rechazó. Al final del día terminaba agotado, pero valía la pena. Además, se sentía animado puesto que el lunes comenzaba sus estudios.
-Jovencito, las papas se están acabando ¿puedes traer un saco de la bodega?-Pidió la mujer de edad. Asintió, yendo por el saco que dejó a mano. A medida que se acabasen las papas, las iría reponiendo-Trevor, te buscan. Puedes salir unos minutos antes. Ya está por ser tu hora de colación-Habló la anciana. Él la miró y después la entrada donde Benjamín lo saludaba.
-Gracias.
La mujer le sonrió antes de encargarse de atender una clienta. El castaño por su parte salió, recibiendo un fugaz beso de su novio. Ahora que se veían fuera, ya no en la habitación de Benjamín, las muestras en público eran normales. Besos, tomarse de las manos. En los últimos días parecían estar realmente en una relación, posiblemente porque él ya no estaba tan a la defensiva. Tal vez escuchar aquel "te quiero" por parte de Benjamín lo hizo ser más consciente de sus propios sentimientos hacia el moreno. Y estar de esa forma junto a este, le agradaba.
-¿Tu turno terminó?
-Sí.
Benjamín había encontrado trabajo como mesero en una tetería. Trabajaba durante la mañana. Llegaba, preparaba todo para abrir, atendía, y para el medio día ya acababa para ir a dejarle a sus hermanos sus almuerzos a la escuela.
-Te traje esto-Dijo Benja, tendiéndole una bolsa que depositó en sus manos. Intrigado, Trevor miró su contenido, viendo un recipiente con comida.
-...
-Quise prepararte algo-Sonrió-No se me da bien, pero~.
-Gracias-Murmuró, intrigado de ver qué era.
-Espero no seas alérgico a nada-Comentó. El menor lo miró-¿Lo eres...?
-A la pimienta negra.
-...Diablos-Susurró Benja-Lo tendré en cuenta.
-...
El día anterior Benjamín se enteró que se encontraba trabajando. Se lo comentó y el moreno decidió llevarle algo para comer. Se negó, primeramente, pero terminó accediendo. Benja parecía realmente quererle preparar algo, pero al parecer él debió decirle que no podía comer nada que tuviese pimienta. He ahí que tuvo que regresarle el recipiente a su novio. No dijo nada, pero internamente lamentaba no haber probado aquello que Benjamín cocinó para él.
-¿Es muy grave?-Preguntó, queriendo saber más sobre el castaño.
-La primera vez no. Comí algo con pimienta y me causó solamente comezón y un poco de irritabilidad en la garganta. Años después, un amigo botó un frasco y...
-Era pimienta en polvo-Inquirió. Trevor asintió.
-Mi garganta se cerró. No podía respirar-Contó, recordando a sus amigos llevándolo prácticamente corriendo al hospital, preocupados y asustados.
-En ese caso, te invito a comer algo-Propuso. Su idea era disfrutar de una comida casera en el parque, pero desafortunadamente no pudo ser. Igualmente, siempre había un plan B que Trevor no rechazó.
***
-¡Papi! ¡Papi!
Quitó su mirada de los papeles que leía para centrarla en sus hijos quienes señalaban la puerta de entrada.
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El hijo de Lucifer (Corrigiendo)
HorrorLos juegos acabaron y con ello se viene algo peor. Booba juró a Lucifer encontrar a su hijo a cambio de que se deshiciera del Hombre Sombra. Pero las cosas no serán fáciles. Una lucha por el poder y además un desiquilibrio emocional harán que el ter...