El hijo dolido

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El hijo de Lucifer

::.El hijo dolido

-Parece haberse detenido la lluvia-Comentó Benjamín mientras se aproximaba a la ventana para poder mirar al exterior-No, pero disminuyó un poco.

-¿Debes regresar?-Preguntó Trevor. El moreno asintió.

-Debo estar en mi casa para la noche-Suspiró largamente-¿Quieres quedarte a dormir?

-...Bien-Aceptó sin mirarlo. El mayor sonrió, acercándose a él para darle un beso que el más bajo correspondió.

Trevor ya no ponía resistencia, siempre y cuando estuviese de buenas. Y la conversación que tuvieron en la noche parecía haberlo acercado un poco más al menor, lo que le agradaba.

-¿Bajamos?

-¿...Juntos?-Frunció el ceño.

-¿No quieres?-Hizo un puchero.

-...

-Quiero presentarte a mis dos mejores amigos-Se sentó a su lado.

Aquella mañana recibió un mensaje de Sandía, diciéndole que iría a la mansión de Alexander junto a Roberto, por lo que era la oportunidad perfecta de tenerla y también a Booba bajo el mismo techo donde estaba además Trevor.

-¿Me lo permites?-Tampoco deseaba forzarlo.

-¿De verdad quieres hacerlo?-Dudó.

-¡Por supuesto!-Sonrió.

-Y...-Calló.

-¿Y...?-Lo instó a continuar. Trevor bajó la mirada.

-¿Y si no les agrado?-Formuló, odiándose por haberlo preguntado en voz alta.

Benjamín le gustaba. Su forma de ser le interesó desde aquella noche en el hospital cuando se suponía él debió matarlo por haber ocasionado que sus amigos quedasen en la cárcel. Pero no lo hizo. No pudo luego de que le ofreciese ayuda, a él, un marginado, alguien que luchaba día a día por sobrevivir y además intentó asesinarlo. Benjamín parecía ser alguien que no veía el mal en las personas. No juzgaba ni menospreciaba. Era bondadoso y también ingenuo, lo que a veces le fastidiaba, pero mayoritariamente le gustaba y temía, muy dentro de él, apartarse de Benja. Sabía que el padre de este era policía, que asistía a una excelente universidad, sus amigos debían ser de buenas familias y así un sinfín de detalles que le hacían dudar de si tener realmente una relación con Benjamín. Él era todo lo contrario al moreno, por lo que no quería oír que los que este quería le dijesen que no debía estar con una persona como él o que incluso Benjamín lo dejase por alguien que el mundo catalogase como mejor. Pensar en ello le generaba malestar y enojo, pero también, aunque no quisiese admitirlo, lo entristecía y en cierta medida le angustiaba. Por alguna razón buscaba la cercanía de Benja. Le transmitía una calma que era desconocida por él. Su vida siempre fue un constante torbellino, pero la paz que sentía al lado del moreno le agradaba tanto que no quería dejarlo.

-Trevor.

Salió de sus pensamientos. El más alto sostenía su rostro y lo miraba con preocupación. Parecía que le había estado hablando y él ni cuenta se dio, por lo que intentó centrarse en lo que le decía.

-No debes preocuparte, Trevor-Le tomó una de sus manos-Son grandiosas personas y les alegra que esté saliendo con alguien.

-Ellos saben que...

-Si te refieres al incidente en el que nos conocimos, están al tanto.

-...

-Y los puso histéricos, eso no te lo negaré. Pero les he hablado de ti, de la parte buena que tienes, tu deseo de surgir, salir adelante sin dejar atrás a quienes te necesitan, de tu amor por tu sector y lo que quieres hacer por ellos...

El hijo de Lucifer (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora