Capítulo 1

509 31 26
                                    

Hola, me llamo Olivia Rodríguez, mañana cumplo 17 años y soy de Madrid, la capital de España (para los zopencos), ahora mismo estoy en un avión con destino a Cuba, quién lo diría, donde voy a convivir durante no sé cuánto tiempo con unas completas desconocidas y con mi mejor amiga, Ainhoa, además de tener que soportar a cinco chicos que no conozco de nada, que sinceramente me parecen unos estúpidos e hipócritas estrellas del pop latino mundialmente conocidos como CNCO.

Lo sé, cualquiera mataría por estar en mi posición.

La razón de esto es que mis queridos CNCO (que se note el sarcasmo) han decidido hacer un precioso videoclip para su canción: HEY DJ, y yo estoy en la final mundial, aunque técnicamente no es mundial, ya que solo participan algunos países latinoamericanos y España, así que sería como una final latino-española o españolatina, sí, me gusta más españolatina.

Cómo he llegado aquí es aún un misterio, incluso para mí. Para empezar, la fan de este grupo latino es mi amiga Ainhoa, no yo, ni siquiera me sé sus nombres. Ella fue la que se enteró un día de que estaban buscando chicas para el videoclip de dicha canción y me lo dijo, bueno, más bien me obligó a apuntarme junto a ella, alegando que iba a ser una experiencia maravillosa, tristemente a ella la eliminaron en las semifinales de España. ¿Y a que no adivináis a quien eligieron para que se fuera a Cuba a participar con no sé cuántas chicas cada una de un país sudamericano por la participación en un estúpido video musical? Exacto, a mí. Estuve a punto de decir que no cuando me lo propusieron, y dejar que fuera una chica llamada Laura, que había quedado segunda, pero Ainhoa y prácticamente todos mis amigos y mi familia me advirtieron que ni se me ocurriera, que iba a ser una gran experiencia (otra vez con esa excusa). Así que aquí estoy.

No sé como explicar lo super fan que es Ainhoa, yo diría que es la típica que si la diesen la oportunidad, saltaría en un concierto las vallas, le daría en la cara a dos o tres guardias, y se pelearía con media docena de fans solo por tocar a alguno de CNCO, en especial por tocar a uno en particular (que no me acuerdo ahora de su nombre, por cierto), según ella él es su novio secreto, el problema es que ni él lo sabe...

—Queridos pasajeros, estamos a punto de aterrizar, abróchense los cinturones de seguridad y mantengan los aparatos en modo avión hasta que el avión esté completamente parado, muchas gracias —se oye la voz de una de las azafatas por los altavoces del avión.

Cuando supe que iba a venir a Cuba pensé que iríamos en una aerolínea de calidad, lo que no me esperaba era que iba a estar espachurrada contra un hombre calvo y con bigote que se está echando una cabezadita al lado de la ventana ocupando su asiento y la mitad del mio.

Bueno, por suerte, ya estamos aquí, ya no hay vuelta atrás, ahora tendré que aguantar a cinco flipados durante dios sabe cuánto tiempo... ¡qué divertido!

—¡Ya llegamos!—dice Ainhoa zarandeándome felizmente de un lado a otro. Claro, como no iba a estar feliz, vamos, si yo fuera a conocer a Sia, Morat, Cali & el Dandee, estaría igual de emocionada, o puede que más aún.

Mi mejor amiga, sentada a mi izquierda, grita emocionada. Sé que para ella esto es muy importante, pero claramente, para mi es una idiotez.

Me paro un segundo a mirarla, Ainhoa tiene mi misma edad, pelo negro (repartido entre tirabuzones y rizos, los cuales ama, cosa que envidio, porque para crear tres míseras ondulaciones en mi liso pelo, hay que luchar mínimo durante una hora), ojos verdes claros y muy grandes. Es de constitución delgada, de mi misma altura (aunque ella diga lo contrario, ya que alega que yo soy más alta) y con una sonrisa de oreja a oreja que siempre sale en el momento adecuado. Como en este mismo instante.

—No me lo recuerdes —me agarro a uno de los reposabrazos, ya que el otro no pude bajarlo porque el hombre estaba sentado en medio, y cierro los ojos fuertemente, esto es lo peor de viajar en avión. Noto como el avión desciende unos cuantos metros de golpe y me quedo sin aire.

Hey Dj!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora