Hey Dj!

Capítulo 27

(Este capítulo contiene un pequeño spoiler de HP y las reliquias de la muerte. Avisados están)

Es una habitación individual, con una única cama de tamaño matrimonial. Sobre esta hay unas sábanas negra y un par de cojines blancos con pequeños dibujos. Al fondo está el balcón, al igual que en la mía. Las paredes están pintadas de un color crema muy claro, y el suelo es de una madera blanquecina, al contrario que en mi planta, donde el parquet es de un marrón oscuro.

Me dirijo a la cama a paso decidido, dónde está ya puesto un libro de tapa blanca. No me fijo en la portada.

—Bien, cariño —comienza el cámara, el cual no había visto nunca. "¿Me acaba de llamar cariño?"—. Primero grabaremos el momento en la que se la ve dejando de lado el libro y levantándose, lista para la fiestuqui.

Asiento. "¿Acaba de decir fiestuqui?"

—Para ello tendrá que ponerse este conjunto, ya que tiene que parecer que está sin arreglar.

Me entrega una camisa y un pantalón gris de pijama con encaje blanco en el escote y en las costuras del pantalón. Es de tirantes, y el pantalón es realmente corto.

—Puede cambiarse en el servicio.

Yo asiento, algo cohibida. "Ni sabía que iba a tener que salir en pijama..." Ya en el baño me quito la falda y el top y me coloco el pijama.

Me echo un último vistazo en el espejo antes de abrir la puerta y salir.

—Perfecto —grita con voz algo chillona—. Ahora siéntese aquí. —Me coge de los hombros y sin ningún reparo me arrastra hasta la cabecera de la cama—. Tome. —Me entrega el libro.

Empiezo a sentir la presión recaer sobre mis hombros. La mirada del cámara, del que no sé ni su nombre por cierto, recae sobre mí, eso sí, acompañada por una amplia sonrisa.

—En cuanto yo le diga cierra el libro y mira la hora en el móvil, entonces se levanta y va hacia la puerta del armario. ¿Entendido?

Vuelvo a asentir por enésima vez.

—Deme un segundo para preparar la cámara.

Suspiro, intentando relajarme. Dirijo la mirada al que se supone es mi móvil, apoyado en la mesita de noche. Lo cojo y al instante reprimo un grito.

¡ES UN MALDITO IPHONE 7!

Lo cojo con mucho cuidado (ya que estos chismes son muy frágiles y caros) y abro la aplicación de Spotify. Busco la canción de Casi Nada y la paro antes de que Karol comience a cantar, para tenerlo ya preparado para después. Lo dejo en sus sitio.

Me recuesto en el cabecero, acomodándome, y tomo el libro. Lo abro por la página que marca una pequeña tira de papel improvisada. Página 106-107. Me sorprendo al instante.

Hay varios párrafos de la página subrayados con amarillo fosforito. "¡Voy a matar a quien haya hecho esta atrocidad!"

Comienzo a leerlo y me quedo a cuadros:

"—Y entonces pensé que me gustaría regalarte algo que te ayudara a acordarte de mí, por si... no sé, por si conoces a alguna veela cuando estés por ahí haciendo eso que tienes que hacer.

—Sospecho que ahí fuera no voy a tener muchas ocasiones de ligar, la verdad.

—Eso era lo único que necesitaba oír —susurró ella, y de pronto lo besó como nunca hasta entonces.

Harry le devolvió el beso y sintió una felicidad que no podía compararse con nada, un bienestar mucho mayor que el producido por el whisky de fuego..."