Hey Dj!

Capítulo 15

Al día siguiente hay dos noticias.

Una buena y otra mala.

La buena: El baile me quedó tan bien, que conseguí tres puntos con setenta y cinco, lo cual me deja en una de las mejores posiciones.

La mala: Emma ha sido eliminada.

Nos envió un mensaje después de que los guardias se lo comunicaran y nos explicó por qué lo habían hecho. Al parecer, Emma no había mostrado un entusiasmo muy intenso por la canción y además se equivocó en múltiples ocasiones. Al final consiguió dos puntos raspados y la eliminaron junto a Mia, la participante de Cuba, que por lo que he oído consiguió un punto y medio porque en mitad de la coreografía se quedó en blanco y no supo continuar.

Tal y como nos habían contado al principio, se quedaban en un hotel hasta que el concurso acabase. Me molestó mucho el que no la dejaran despedirse de nosotras, en realidad no supimos nada hasta que, como ya he dicho, nos dejó un mensaje en el grupo de WhatsApp diciendo que nos echaría mucho de menos.

Pero lo que nosotras no sabíamos era que la íbamos a echar tanto de menos. Al fin y al cabo esto es un concurso, y ya sabíamos que en algún momento alguna sería eliminada, incluso pensé que yo sería la primera, pero nunca pensé que sería tan pronto, ni tan duro.

—¿Me acercas el azúcar, Cristina? —pregunto desanimada removiendo mi taza de café, nadie dice nada.

—Aquí tienes —y me deja el frasquito en la mano sin levantar la cabeza de su plato.

Le echo azúcar a mi tostada.

Nadie habla.

Silencio total.

—Hola, chicas —"no por dios, tú otra vez no"—veo que ya no son nueve, ¿que le ha pasado a vuestra pequeña amiguita rubia?

Me giro y fulmino a Jennifer con la mirada.

—Tu falsa y predecible actuación de Reggaeton lento la ha superado —le espeto—, ¿Qué hiciste? ¿Hacer twerking? Porque sino no entiendo como sigues aquí.

Ella me devuelve la mirada llena de odio.

—¿Falsa y predecible? —pasa por alto lo demás—. Perdona preciosa, pero yo al menos no he bailado en bañador y con pelos de loca —me dice intentando enfadarme aunque lo único que consigue es ganarse mi risa irónica—. Qué pena que no juzgaran el estilismo, porque si no, ya habrías vuelto de una patada a tu querida España.

Miro a las demás y todas están mirándola con odio.

—¡Ja! Sabes, yo creo que lo que tienes es envidia porque lo he hecho mucho mejor que tú—le suelto mirándome las uñas como una completa diva—. Ya sabes, yo al menos escogí una canción original y que me gustaba, no una, como dije antes, falsa y predecible que seguramente el cincuenta por ciento de las concursantes ha elegido.

Ella se echa el pelo hacia la espalda intentando parecer segura, aunque ya empiezo a ver como se pone de los nervios por dentro.

—¿Querrás decir como no hizo tu amiga? Porque si mi actuación fue tan mala como tu dices, ¿cómo habrá sido la suya? Horrible, como todo lo que ella hace.

Ríe exageradamente.

"La voy a meter tal puñetazo que se va a ir del concurso con la nariz rota".

Aprieto los puños bajo la mesa y noto como Ainhoa coloca su mano en mi hombro, pidiéndome en un susurro que me relaje. "Controla tu genio, Olivia"

—¿Cómo se llamaba? —se toca el mentón como si estuviera pensando. Seguro que con tan sólo pensar que día es hoy se le sobrecarga la única neurona que tiene en ese minicerebro—. ¿Emily? No. ¿Emilia? Tampoco.