—No es muy grave, pero tendrás que ir al hospital o algo así, Olivia.
Asiento para decirle que estoy de acuerdo con lo que dice.
Caminamos hacia la sala de la que hemos salido y llegamos a la puerta en la que está, creemos, Roberta.
Ainhoa llama a la puerta.
Se oye un débil sonido de alguien interrumpiendo su entrevista y luego la voz de Roberta diciendo:
—¿Qué demonios?
Se oyen unos tacones resonar por toda la habitación hasta que la puerta se abre y la directora del casting nos abre la puerta.
—¿Señorita Olivia? —pregunta escéptica y molesta—, ah, y su acompañante —dice reparando en Ainhoa—, ¿Qué desean? Estamos ocupados.
Y señala hacia atrás donde puedo ver a una de las chicas de la competición, Abril, creo.
En el lugar en el que en la habitación 1 estaban Renato y Richard, están Chris y Joel. Abril nos mira arqueando una ceja con un visible enfado por la interrupción. Joel y Chris nos miran sorprendidos, aunque no parecen enfadados.
Ainhoa se calla durante unos segundos al mirar a Joel.
—¿Y bien? —nos apremia ella.
Ainhoa, titubea, pero yo empiezo a hablar:
—Es que... En la sesión de fotos me he raspado el brazo...
Y me subo la manga de la blusa hasta el hombro, aunqie es de manga corta.
—Y me gustaría que alguien lo mirara.
Roberta examina la herida, y al levantar la mirada, repara en algo en mi cabeza.
—¿Sólo el brazo? —pregunta.
Asiento.
Coge un dedo y lo pasa por mi cuero cabelludo. Me lo enseña y veo algo de sangre.
Ainhoa traga saliva.
—Muy bien, Alejandro os llevará al hospital más cercano.
Y señala a un guardia, que ¡oh dios mío! no está calvo y no parece tener el asco tatuado en la cara, como todos los demás de este concurso.
—Procuren estar aquí antes de las cuatro y media —nos advierte.
El tal Alejandro nos mira y nos hace un gesto, indicando que lo sigamos. Nosotras obedecemos y salimos afuera.
Los tres se despiden antes de que Abril nos vuelva a lanzar una mirada de odio mayor que la anterior, pero con más disimulo.
—Por aquí señoritas —nos indica mientras salimos del sitio de las entrevistas.
Lo seguimos mientras Ainhoa pone en el grupo de WhatsApp que tenemos todas las amigas juntas que vamos a ir al hospital para que me miren el brazo. El guardia nos lleva a través de ocho mostradores hasta llegar a la entrada del hotel.
Respiro fuertemente el aire del exterior, limpio y sin ningún regusto a comida o cloro. Hace un calor de muerte. Ahora mismo me sobra toda la ropa, y el brazo manchado de sangre, no ayuda en nada.
Alejandro se queda parado, coge un móvil del bolsillo y marca uno serie de números. Cinco minutos después; llega un taxi y nos indica que le sigamos hasta él.
—Suban —se limita a decir.
Nosotras le obedecemos y nos montamos en la parte trasera del taxi. Él se mete al lado del conductor; un hombre de unos cincuenta años, moreno y con barba abundante pero sin pelo en la cabeza.
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Hey Dj!
Fanfiction¿Qué Cncowner no se ha imaginado como es hacer un videoclip con sus ídolos? Pues bien, ¿y si eso fuera realidad? ¿Y si una chica española pudiera competir para grabar un videoclip para su canción, Hey Dj? Pero, ¿y si ella ni siquiera fuera fan? Oli...