¿Pero cómo no me había dado cuenta antes? ¡Joder! ¡Era Isaac Cox!
Mis manos comenzaron a temblar tal y como lo habían hecho esa misma tarde cuando había recibido esa extraña llamada y sentí la necesidad de sacar a Rush de allí.
Isaac se volteó a verme, mientras que Rush seguía luchando con Cody para que lo soltase.
—Dame dos minutos, preciosa y ya regreso contigo— Me guiñó un ojo en un intento de verse sexi, supongo pero todo lo que pude sentir fueron las incesantes ganas de lanzarle un puñetazo.
Me acerqué a él en una zancada y sin pensarlo si quiera dos veces levanté mi puño tal y como Cody me había enseñado y dirigí toda mi fuerza hacia su nariz. En cuanto el golpe colisionó en su rostro pude sentir un ardor en mis nudillos y el sonido de algo romperse. Supuse que había dado el punto exacto.
Isaac llevó su mano a su nariz, la cual comenzaba a sangrar y me miró con sus ojos muy abiertos. Rush, incluso, había dejado de pelear con Cody y me miraba sorprendido.
— ¡A mí no me vuelves a tocar, maldito infeliz! — Grité en un arrebato de ira y cuando estaba a punto de propinarle otro golpe, Cody se interpuso y sostuvo mi puño para que no lo hiciera.
—Detente, Anna. No sabes en lo que te has metido— Me murmuró mirándome preocupado.
Estaba a punto de contestarle cuando Isaac me gritó.
—Tu, pequeña perra, te juro que te vas a arrepentir por eso— Escupió la sangre de su nariz que había bajado hasta su boca y se largó de allí.
— ¡Todos vuelvan a divertirse! — Gritó Jenn apareciendo y comenzando a bailar. Las demás personas comenzaron a seguirla y de repente parecía como si nada hubiera sucedido.
Rush se acercó a mí y tomó mi rostro entre sus manos. Joder que había extraño tenerlo cerca.
—Anna ¿Te encuentras bien? — Sus profundos ojos azules se clavaron en los míos y asentí tontamente.
¿Por qué me sentía como si tuviera quince años otra vez?
—Mejor nos vamos de aquí— Dijo Rush soltando mi rostro y sujetando una de mis manos. Clara y Cody nos miraban sin decir nada, solo pude despedirme con la mano de manera rápida y Rush me condujo entre la gente para finalmente salir de allí.
Sin mediar palabra alguna caminamos por la acera hasta que Rush se detuvo frente a una enorme y fabulosa camioneta negra. Supongo que mi cara lo decía todo porque escuché como Rush soltaba una carcajada.
—Es una Dodge. Mi padre me la regalo hace tres años— Se encogió de hombros restándole importancia y soltó mi mano para ayudarme a subir en el asiento del acompañante.
Poco después él ocupó el lugar a mi lado y luego de introducir la llave en el contacto comenzó a conducir. Tenía muchas preguntar para hacerle pero también tenía muchas preguntas para mí misma.
¿Por qué con él me sentía segura? Acababa de golpear la nariz de un jodido traficante de drogas, por Dios. Debería estar haciéndome en mis pantalones.
No me di cuenta de cuanto habíamos estado viajando hasta que llegamos a unos complejos de apartamentos increíblemente lindos.
— ¿Dónde estamos? — Pregunté girando hacía Rush. Él me regalo una preciosa sonrisa.
Bajó del auto y caminó con paso lento hacia mi puerta. La abrió y tomó mi mano invitándome a salir.

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Trouble
RomansaEthan era todo lo que Annabelle creía amar. Ambos eran inseparables. De eso, hasta que Ethan muere por un disparo en el pecho. Las causas eran desconocidas, el asesino había escapado sin dejar ninguna pista. Annabelle todo lo que tenía era un corazó...