"Y es..."

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"Dejarte ir no era la mejor opción, pero aún así lo hice. Sin importar cuanto dolía."

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P.O.V LIA

Las clases después de Filosofía se me hicieron bastantes rápidas, ya que lo único que quería era llegar a mi casa lo más pronto posible. Me había enterado que las pre ventas salían mañana y yo ya tenia dinero, lo único que tenia que hacer era decirle a mi mamá que me prestara su tarjeta y yo le daba el dinero en efectivo e inventaría cualquier otro concierto de un artista que me "gustase", estaba harta de mentir pero no me quedaba de otra, era lo único que ellos me hacían hacer por no decirme la verdad acerca de todo; ya no había intentado que me dijeran lo que quería escuchar porque la verdad ya me había dado por vencida, porque fuese como fuese no me lo iban a decir y tenia que aceptarlo.

[...]

Después de escribir mi novela en Wattpad e imaginar esos cientos de contenidos en cada parte de mi novela, estaba rendida y ya eran las diez y media de la noche, por lo tanto ya me tenia que dormir y por supuesto cenar— eso no podía faltar —. Así que baje de puntillas porque mamá ya estaba en casa y seguramente encerrada en su cuarto roncando (como siempre), así que seguí con mi paso hacia la cocina y abrí el mueble donde mamá guardaba los vasos, seguí mi proceso y después fui al refrigerador por la leche y serví el liquido y tome un panecillo que se encontraba en la barra de desayuno. Me dispuse a comer mi cena para nada nutritiva, pero la verdad no me importaba con tal de comer delicioso, no me preocupaba. Luego podía tener un cuerpo de infarto porque al fin al cabo luego bajaría esos kilos de más (algún día, lo prometo).

Me dispuse a subir, de nuevo de puntillas hacia mi habitación; cerré la puerta con sumo cuidado y guarde la historia en los borradores para después editarla y añadirle más cosas que sabia que me hacían falta y cerré la computadora. Después de eso fui a la pequeña puerta donde se encontraba el baño — que gracias a Dios, no lo tenia que compartir con nadie — y me lave los dientes y me enjabone bien las manos, ya que habían quedado pegajosas y me segué la boca y las manos con mi toalla rosa de unicornios (si muy infantil, pero luego habría tiempo de madurar).

Me recosté en mi cama mirando hacia la ventana que cuando era el amanecer tenias una maravillosa vista pero también un poco incomoda, claro solo cuando no se me olvidaba cerrar las persianas; me quede pensando en el día de hoy y los días anteriores, y también en el día del concierto. Quería que cuando estuviera en el M&G, Shawn me viera y me alzara en el aire y me dijera al oído lo mucho que me amaba y me había buscado, pero la parte realista de mi que ocupaba un 70% de todo mi ser, me decía que eso jamas iba a pasar y si pasaba solo seria en mis sueños y tenia que aceptarlo, de todas manera la verdad tarde o temprano saldría a la luz fuera o no fuera dolorosa.

Al dia siguiente...

Me levante con todas las ganas del mundo — notase por favor mi sarcasmo — y prepare lo que me pondría para el instituto, que básicamente consistía en un jean, unas botas hasta mis rodillas, una blusa simple y encima un abrigo y un gorro que me había regalado Maho semanas antes. Así que deje la ropa en la cama y me metí a bañar, ya saben enjuage mi cuerpo y la cabeza con el champo que tenia un maravilloso olor y siempre que  Nash estaba a mi lado o pasaba por donde estaba me decía que mi cabello olía cool.

Salí 15 minutos después, y me unte crema en todo el cuerpo y me puse agua termal en la cara, y al final me vestí con lo que había preparado minutos antes.

Baje a toda prisa y mi mamá ya tenia preparada mi chocolatina la tome lo más rápido que pude y subí a lavarme los dientes, baje a paso apresurado y con un:

— ¡Adiós, madre!— grite lo suficientemente para que me escuchara y salí dando un portazo. En camino al instituto, gracias a Dios Maho hoy no venia conmigo ya que seguro estaría flirteando con Jacob en estos instantes, al parecer siguieron los consejos de los chicos y los míos y ahora al parecer están en su "nido de amor" y eso significa adiós a Lia, la chica que los unió.

Como fuera, llegue al instituto y me adentre en mi primera clase que si no me equivocaba era con el maldito de matemáticas y me tocaba a lado del guapísimo Lucas Dill. Que en cuanto entre al salón ya estaba sentado en el pupitre donde nos sentábamos en cada torturosa clase de matemáticas.

El maestro estaba demorando así que me puse a platicar con Lucas cuando una chica rubia del aula, se le ocurre la maravillosa idea de gritar a todo pulmón en el salón, pero eso no fue lo peor, no. Lo peor vino después con sus palabras...

— ¡¡Oh por Dios!! Shawn acaba de revelar el nombre de la chica a la cual escribe sus canciones..— dijo dando saltitos de emoción y seguia gritando a todo pulmón sin importarle que a las personas que le rodeaban les podría romper los tímpanos.— ¡oh por Dios! y es...

CONTINUARA...

CONTINUARA

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Sin Memoria (Shawn Mendes)®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora