Hanna
Luego de esto, mi hermana me odiará por siempre. Suspiro y estiro la pierna cuando el tatuador me lo indica. Se me eriza la piel cuando tengo el pincel en mi piel y levanto la vista, observando cómo me mira la Madre Serpiente.
―Has tomado una buena decisión, cuando terminemos aquí, llamaré al vestuarista, S llegará en unas horas y debes estar presentable.
Bajo la vista.
―Solo accedí porque no quiero mi cabeza colgada en un asta y mi cuerpo quién sabe dónde. ―Ella se ríe ante mi acotación y vuelvo a observarla―. ¿Qué? Es la verdad, ¿o me equivoco?
―Estás en lo correcto, pero deberías encontrarte feliz en vez de quejarte, tienes el privilegio que toda Seguidora sueña, eres una Pretendiente. Aparte de Julia, eres la única que tiene permitido darle hijos a la Serpiente, es tu momento de gloria. ―Camina hasta mí y me levanta el rostro, obligándome a mirarla―. Eres hora de que demuestres que vales más que una desertora. ―Me sobresalto cuando nombra aquello y su sonrisa aparece otra vez―. Ni creas que lo he olvidado.
Alejo mi cara de su mano y vuelvo a mirar el tatuaje que me están pintando.
―Pues parece que solo usted lo recuerda.
―Tu piel lo recuerda también. ―Se ríe y frunzo el ceño, entonces agrega―. Deja de comportarte como la niña que ya no eres y atiende tus responsabilidades.
―Madre Serpiente, traje las joyas. ―Aparece una Seguidora en la puerta y Rosaura asiente para que pase.
―Veamos. ―Mira los collares y elige uno―. Este, pónselo ―ordena, entonces la chica se me acerca, mueve los mechones rojos de mi cabello y lo engancha en mi cuello―. Perfecto, una "S" a la perfección ―exclama al observar el colgante y luego vuelve a la muchacha―. Llama a la vestuarista, ya casi terminamos aquí. ―La Seguidora asiente y se retira―. ¡Ay, cómo amo estos eventos tan importantes! ¿No lo crees, Hanna? ―Ríe de nuevo.
―Púdrase.
―No se mueva tanto, por favor ―me aclara el tatuador y me disculpo.
―Perdón ―exclamo avergonzada.
El hombre no tiene la culpa de mi estrafalario enfado.
Rato después, cuando el tatuaje temporal y la tinta se secan, la Madre Serpiente me hace probar varios vestidos de color blanco, hasta que da con el que a ella le parece más adecuado. Toda esta presentación en mi cuerpo, representan simbolismos, las joyas, el vestido, el tatuaje, sin embargo, a mí no me interesan, solo quiero que acabe el día y que sea mañana para volver a mi cuarto. Estaré toda la noche con Will y ya me estoy poniendo nerviosa.
Es mi amigo... o fue mi amigo, intimar con él no es algo que actualmente se me haya cruzado por la cabeza. ¿Quién tiene sexo con sus amigos? Supongo que a quien no le importa esa situación, pero ese no es mi caso, no soy de ese tipo de personas.
De cualquier forma, no debería precipitar mis pensamientos, quizás no suceda nada, pero de igual manera, Julia ya se habrá enterado. Voy de mal en peor, le prometí que no haría nada, sin embargo, no puedo ni aclarárselo por esa orden que dio Will, no hablo con ella hace tiempo por su culpa.
Una vez que decoran toda la Logia con velas, me guían al cuarto de S, cuando creen que ya es la hora adecuada para que me quede ahí. Me siento en la cama y me pongo a esperar, moviendo mis pies de un lado a otro, como una niña pequeña que está nerviosa.
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Perversa Oscuridad: Caras [#4]
ActionDos caras de una misma moneda... "La oscuridad regresa, multiplicada por dos". CUARTA PARTE DE PERVERSA OSCURIDAD. ___ ADVERTENCIA: Esta novela tiene lenguaje adulto, violencia y escenas de sexo explícito. *Por Viviana Veleria V.