33: Petirrojo

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Hanna

Esto es, es inaudito, incomprensible, inaceptable. Todo este tiempo he estado... ¡Oh por Dios! No puedo ni pensarlo. Su tacto, sus caricias ¡Todo! Eran de él. Y lo disfrute, cómo lo disfrute. He sido tan idiota, estoy tan frustrada, y para empeorar las cosas, todo va cuesta abajo. Will es Fantasma, ese debería ser el problema, yo debería ser la víctima en esto, pero no, es que, tengo sentimientos encontrados.

―¡Will! ―grito cuando se desmaya.

Oh mierda ¿Qué ocurre? Todo pasa tan rápido. El Señor S. cae al suelo, y lo llamo así, porque acto seguido, unos Seguidores lo rodean para ayudarlo y otros ya están listos para matarme. Quedo paralizada, un cuchillo está por impactar contra mi abdomen y no puedo reaccionar. Segundo después, el seguidor cae al suelo y visualizo a Ayelén, quitármelo de encima.

―¿Ya empezaron la fiesta sin mí? ―Ella sonríe.

―¡Vaya! Creo que, te debo muchas ―reconozco.

Se ríe.

―Sé que eres buena en esto, pero debo aclararte algo, tienes un problema serio de indecisión.

Frunzo el ceño.

―Yo no...

―No te preocupes ―me interrumpe ―te entiendo. Eres un pajarito encerrado en una jaula, pero el petirrojo alguna vez va a tener que salir, no puedes dejar que la serpiente te controle por siempre ―Se gira a mirarme ―. Ven conmigo, elije tu sitio.

―No te metas Ayelén Wesley ―aclara un Seguidor ―tú ya estás calada, un movimiento en falso y también recibirás tu castigo.

―Ustedes están mal ―Vuelve a observarlos ―cuando S. despierte, las cabezas que rodaran no serán las nuestras, ¿Acaso olvidan que están frente a la mujer de S? ―Me señala y me sobresalto ―. Mejor encárguense de la salud de su amo y después vengan a reprochar ¡Largo! ―les grita y todos retroceden.

Tiene razón, en parte.

Cuando todos se van, me dispongo a hablar, en realidad a corregirle. Sé que fue para salvarnos, pero está equivocada.

―No soy la mujer de S. ―digo seriamente y ella se ríe.

―Creo que tu don juan no piensa lo mismo.

―Soy su pretendiente, que es otra cosa ―Frunzo el ceño.

Responde con pura confianza.

―Víbora, pretendiente, su mujer, es lo mismo. No puedes negar que te quiere en su cama.

Me sonrojo.

―¿Qué estás diciendo?

―Nada del otro mundo, cariño ―Hace un circulo con un mechón de su cabello oscuro ―¿o acaso eres tan ciega que no lo ves?

―Lo único que veo es a un infeliz aprovechándose de los sueños ajenos ―aclaro enojada ―. Ha jugado con mis sentimientos, utilizando otra identidad ―le cuento.

Ríe otra vez.

―Típico del macho que no puede obtener lo que quiere y utiliza otros métodos para conseguirlo.

―No entiendes nada ―Bufo y bajo la vista hacia un costado.

―Hanna, comprendo más de lo que crees, pero dejémoslo ahí, no quiero discutir con una amiga. Mejor, háblame de algo, que me surgió una duda ¿Me ayudas?

―¿Una duda? ―Levanto una ceja ―¿Sobre qué?

―No es sobre qué, es sobre quién.

―¿Eh? ―Me confunde cada vez más.

―Julia.

William

Yo, iba a escapar con Hanna, iba a huir y se arruino, todo se destruyó. Mi espalda quema, arde como el infierno, el recuerdo de ese día retumba y duele como la muerte. No logre irme, no pude ayudarla. Fui un cobarde, un egoísta, preferí olvidar. Mi mente no me dejo opción y ahora ha vuelto para torturarme. Es una agonía inmensa, ya no soy ese joven que sufrió en la Sala Ritual, pero tampoco puedo evitar pensar en lo que pudo haber sido ¿Quién soy yo para decidir? ¿Tengo ese derecho?

Ahora lo tenemos –me recuerda S –¿Has olvidado quién eres?

Sé quién soy o en realidad, sé quién decidieron que fuese. William Stefanoski murió en esa sala y creo un nuevo ser, cambiando todo pensamiento de debilidad, pero nunca fue mi elección.

¿Y te gustaría que lo fuese? –pregunta la voz pasiva.

Sí, sí quiero. Yo deseo elegir por mí mismo, pero estoy atrapado aquí como todos. No puedo hacer nada y comprendo la presión que mi padre sentía. Era un loco, pero tenía razones para no estar aquí. Ningún Señor S. puede huir de esto, solo la muerte puede salvarte.

No es una opción.

Deseo con todas mis fuerzas una segunda oportunidad, necesito saber si ya no hay vuelta atrás. Puedo seguir siendo un títere o voy a ser Serpiente de verdad.

Vamos a poner mano dura frente a estas personas –expresa con puro odio la voz agresiva –Ya nada será como antes.

Abro los ojos sintiendo la oscuridad en todo mi ser, es algo que se siente y toda persona tiene cuando llega al límite. Me siento en la cama en la que estoy y miro al Seguidor que sonríe cuando me ha visto despertar.

―Voy a poner en jaque a varias personas, así que acata mi orden, aquí va a correr sangre.

Tengo varias cosas que hacer, una de ellas, enfrentar a mi madre.

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Un regalo ya que se están portando bien 7u7

Ya me estoy acercando al final, cuando llegue, subire los capitulos por día para mantener la tension y tambien corregirlos <3

Lo saluda, Vivi.

Perversa Oscuridad: Caras [#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora