Perversa Oscuridad: Caras [#4]

21: Observándome

William

Tengo a Hanna, justo debajo de mí, nunca imagine que este momento llegaría. Es como un sueño y a la vez una pesadilla. Su cuerpo será todo mío, pero no de la manera que me gustaría, ya que lo que yo quiero, es otra cosa.

La miro mientras la abrazo, nos quedamos tildados observándonos. Estoy esperando como me pidió. Ambos sabemos que no se puede posponer durante mucho, pero no voy a precipitarme ante nada. Voy a poseerla cuando lo crea apropiado y ella me lo indique, dándome su consentimiento.

Luego no me voy a detener ¿Entendiste? – se queja S.

¿Y crees que yo sí? – Will se pone de su parte.

Este es uno de esos momentos raros, en lo que mis voces están de acuerdo. Y yo... yo solo espero y me deleito con su piel.

―Eres tan suave... ―opino. Baja la vista ―Hanna... ―vuelve a observarme y sonrío ―te advierto que te haré muchos piropos esta noche ―luego me acerco a su oído ―aunque también diré algunas cosas obscenas...

Sus mejillas se ruborizan.

―Es muy normal, pero a mí eso no es lo que me detiene... mi problema eres tú...

Justo en el corazón, me dolió – expresa la voz pasiva.

Déjenme, yo lo arreglo – aclara la agresiva.

―Eres una seguidora, solo no pienses que estás haciéndolo con tu amigo de la infancia, prometo no enfadarme por si me llamas Señor S. cuando gimas mi nombre ―me relamo los labios.

Frunce el ceño.

―¿Ese es tu ego hablando?

Me acerco lentamente a centímetros de su boca.

―No, es mi lado agresivo... ―apoyo mi mano a un costado de su cabeza ―el cual solo intento controlar, porque quién está en frente de mí, eres tú... solo tú... ―la beso y me corresponde, dando rienda suelta a todo lo que sigue después.

No estaba seguro de comenzar, pero ya lo hice. Mi mano traza una línea a través de su vestido blanco que cubre su espalda, hasta pasar su cadera y poder tocar la suave piel de sus muslos. Voy en reversa y paso por debajo de la tela, presionando su trasero. Ella hace un pequeño sonido, pero no importa cómo, yo me deleito con este igual. Me apoderare de todos sus gemidos, cada parte de su piel y cada zona que desee de su cuerpo.

Todo esto es para mí y este es el momento.

De manera posesiva, jalo de su vestido, descubriendo su parte de arriba, que como es de esperarse, no hay sostén, como lo requiere la vestimenta de Pretendiente en el momento del acto, entonces sus senos han sido expuestos. Puedo notar el rubor en sus mejillas y su respiración que agitada, que sube y baja, al yo estar observando directo a sus redonditos y bien formados pechos.

Me pregunto si son tan suaves como se ven... – exclama la voz pasiva.

¡Voy a exprimirlos y te lo averiguo! – expresa excitado la voz agresiva.

Rápidamente mis manos pasan a apretujar sus senos, ante mi veloz acción Hanna se sobresalta sorprendida, el collar que tiene en su cuello se mueve, por un momento y quedo tildado mirando la "S". Vuelvo de mis cavilaciones y pellizco uno de sus pezones.

―Oh... ―hace otro gemido que esta vez es más perceptible, entonces mueve su mano a sus labios como un acto reflejo.

―No reprimas nada, yo quiero oírte ―susurro en su oído y luego bajo mi cabeza a su pezón mordisqueándolo ―tan suaves... como imagine... ―paso mi lengua por este y se endurece.