Perversa Oscuridad: Caras [#4]

11: La Deseo

Hanna

No, no puedo entenderlo, mucho menos aceptarlo. William se ha vuelto loco o ya está peor que eso. Usar su autoridad de esa manera, no lo soporto, debo detenerlo. Lo sigo por el pasillo, dejando a mi hermana sola en aquella sala, ha quedado totalmente paralizada ante su orden.

―Detente ahí ―le digo y lo hace. Al girarse me sonríe, logrando que me quede tiesa. Todo su malhumor ha desaparecido por arte de magia.

O lo finge.

―Hanna, me complace que me sigas ―expresa contento.

―Por favor, Will ―exclamo directo y luego me corrijo―. Digo, S, no envíes a mi hermana a esa misión.

―Ella se lo buscó.

Frunzo el ceño.

―Pudiste haber sido menos severo.

―¿A cambio de qué? ―Se acerca y retrocedo, chocando mi espalda contra la pared. Apoya su mano al costado de mi cabeza―. ¿Y? ¿Qué me das a cambio? ―insiste al yo no responder.

―Na... nada ―aclaro nerviosa―. ¿Por qué te tendría que dar algo?

―Porque me estás pidiendo un favor. ―Se relame los labios.

―Los favores no se pagan ―digo determinada y él se ríe.

―Al Señor S si se le pagan. Deberías saberlo, como mi Seguidora.

―Pues no terminaré en una tumba por pedir un favor. ―Bajo y subo la vista a sus ojos―. ¿Qué quieres?

Se muerde el labio inferior, y ya de tanto retroceder, mi nuca choca con la pared también. No sé qué está pensando, pero no quiero saberlo.

―Que me des un minuto. ―Levanta su dedo índice y quedo confundida.

¿Qué quiere decir con eso?

―¿A qué te refieres? ―Ladeo la cabeza, confusa.

―Un minuto sin quejas. ―Se acerca a mi rostro, y ahora es definitivo, ya no puedo retroceder más.

―¿Quejas? ¿Quejas de qué? ―Puedo oír mi corazón con fuerza por culpa de los nervios, golpetea una y otra vez.

Su pulgar toca mi labio y me quedo sin aliento.

―Compórtate como una buena seguidora y solo cúmplele un deseo a Will. ―Se acerca a mi boca.

¿Cómo cuánto ego tiene que a veces se nombra en tercera persona?

―Un... ¿Un minuto...? ¿Y qué harás en un minuto? ―titubeo.

―Ya lo verás.

No es que no sea una seguidora, pero a veces mi temperamento explota, es seguro que a eso se refiere, no quiere que actué en su contra con lo que va a hacer. Aunque creo que ya me lo estoy imaginando.

Une sus labios con los míos y cierro los ojos con fuerza. Okey, lo que deduje era cierto, pero nunca pensé que lo haría. Besarme con Will está fuera de cualquier cosa que podría cruzárseme por la cabeza. Adentra su lengua y me agarro fuerte de su chaqueta.

Un minuto, un minuto... No debo golpearlo.

Agarra mi cintura, baja su mano hasta mi trasero y me acerca hasta su cuerpo. Maldita sea con su notable erección. Lo voy a matar definitivamente.