Dos

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Cerró la puerta tras de ella, pasando su mano por su rostro para despejarse.

— ¿Ya está dormida la pequeña monstruo? — Ella asintió con su cabeza, acercándose a su amiga quien se encontraba en el sofá en medio de la sala.

— Sí, insistió en que Tikki se quedara con ella para jugar, pero quedo rendida en la cama por el cansancio — Suspiró.

Se encontraban en su apartamento luego de un ajetreado viernes, perfecto para compartir unas cervezas entre ellos.

— ¿Entonces el chico muerto, no está muerto? — Aquella voz la saco de sus pensamientos, era Nino quien salía de su cocina con unas cervezas Heineken en mano, dejándolas en el centro de la mesa donde se encontraban un par de envases vacíos.

— ¿De verdad es lo que te sorprende? — Levanto sus manos, sorprendida — ¡Mi Marinette lo insulto abiertamente! Me hubiera encantado ver su cara — Una sonrisa cómplice apareció en su rostro, junto con Nino.

— Alya, por favor no hagas esto — Su rostro tomo un leve tono rojo — Insulte al hijo de mi jefe —.

— Más bien insultaste a tu antiguo crush del instituto y vaya que se lo tenía merecido — Nino tomó la botella para darle un sorbo — Realmente me sorprendió que lo vieras, no hemos sabido nada de él en siglos —.

— Estoy con Nino — Marinette hizo una mueca — Estoy con él porque tiene razón, no porque sea su prometida, nena — Marinette tomó un gran sorbo de su cerveza — Se lo merecía, se largó sin decirnos nada a los que decía que eran sus amigos, incluso si yo lo viera lo haría —.

— Creo que fue el estrés — Comentó ella, recostándose por completo — Nunca me había sentido más avergonzada durante el trabajo —.

— Más bien creo que es por qué no soportas a los rubios — Bromeó Nino, recibiendo el golpe con un cojín de parte de Alya — ¡Auch! Vamos mujer, tranquila — Se quejó, haciendo ademan de acomodarse la quijada.

— Cambiemos de tema, gracias — Les dijo ella, riendo levemente ante aquel comentario.

Aunque de cierta manera aquello le había calado en lo más profundo.

— Bien, ¿Cómo va mi sobrina con su creciente carrera teniendo solo seis años? — Preguntó Nino, dejando la botella en el centro de la mesa.

— Ella está feliz, se le da increíblemente bien — Admitió suspirando — Además disfruto verla y es una gran oportunidad para pasar tiempo extra con ella —.

— Y por lo que me has dicho, Gabriel la adora — Añadió Alya, con una sonrisa sincera — Emma se gana a quien pase por su camino —.

— Lo sé, en ocasiones no sé dónde meter la cara cuando Emma se refiere a él como Abuelito ¿Sabes todas las preguntas incomodas que he tenido que contestar? — Recordó varios sucesos, riendo levemente.

Los presentes rieron levemente, eran buenos tiempos.

Marinette pensó que no podía ser más dichosa: Trabaja en algo que amaba, tenía a su hija con ella, a su familia y amigos con los que podía contar.

No necesitaba nada más, pensaba.

Aunque en el fondo sabía que eso era una mentira, porque no estaba completa.

Sonrió, eliminando esos absurdos pensamientos de su mente, levantando la botella de cerveza al aire.

— Brindemos chicos — Dijo, con una radiante sonrisa en su rostro — Por nosotros —.

La pareja alzo sus botellas, chocándolas entre ellos.

— ¡Salud! —.

[...]

We are back [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora