Catorce

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Un pequeño latido comenzó a ser perceptible para ella, notando como a poco el ritmo que llevaba se aceleraba, al punto de ser algo muy molesto.

Se levantó completamente confundida, mirando a su alrededor completamente asustada.

No sabía dónde estaba, no podía distinguir nada, solo una pequeña luz podía ser visualizada por sus ojos, pero aquello no fue suficiente para traerle calma.

Estaba empapada, donde se encontraba sentada había una gran cantidad de agua.

― Señorita Eloise ― Llamó a su maestra, pero no recibió respuesta ― ¿Hola? ―.

Tragó saliva al darse cuenta que estaba completamente sola, preguntándose qué había pasado.

Entonces aquellos ojos verdes llegaron a su mente, brillantes, como si aún le estuvieran viendo.

Y por un momento pensó que había imaginado aquel intercambio de palabras con aquella mujer, pero no, estaba completamente segura de que había sido real.

Se comenzaba a preguntar si le había hecho algo, porque no lo recordaba.

Un escalofrió recorrió su espalda al recordar sus ojos nuevamente, preguntándose si los suyos daban tanto miedo como aquellos, después de todo, se parecían a los suyos.

― Recuerda lo que Tikki dijo ― Murmuró para si misma, acomodando unos mechones tras su oreja ― Mantener la calma cuando hay pánico y no moverme cuando me pierda― Hizo un pequeño puchero y chapoteo un poco en el agua.

Tenía que estar tranquila, donde quiera que estuviera su mamá y Tikki vendrían por ella.

Aunque no supiera como había salido de su salón de clases.

― Me pregunto dónde estoy ― Se dijo a si misma, observando para diferentes direcciones.

Para ella como para cualquier niño cualquier cosa es posible, por eso podía mantener su calma mucho mejor que un adulto.

Una sombra se manifestó débilmente donde una pequeña estela de luz iluminaba el lugar, Emma sintió un poco de alivio.

― Hey ¡Estoy aquí! ― Gritó, logrando que aquella sombra detuviera sus movimientos por un instante, para después comenzar a alejarse ― ¡Hey, espera! ―.

Se levantó rápidamente, comenzando a seguir a aquella persona que se encontraba junto con ella y preguntándose por qué huía.

El agua en el piso se extendía por donde ella caminaba, salpicando a cada paso que ella diera.

¿Por qué la dejaba sola? ¡Ella solo era una niña! ¿No podía oír sus suplicas?

¿Acaso ella no importaba?

Aunque quisiera tener una calma inquebrantable como su madre, él mismo valor que ella, no podía.

Era solo una niña intentando ser más, todo por aquel gran orgullo que tenía dentro de ella.

Era solo una niña con grandes miedos.

Que, en esta ocasión estaba sola.

― ¡No te vayas! ― Gritó, casi perdiendo el aliento.

Y pronto se dio cuenta que se había alejado demasiado del lugar donde había estado desde el inicio.

¿Serian capaz de encontrarla aun?

― ¡Hey! ― Cerro sus ojos, molesta se detuvo a la par que empuñaba sus manos ― Estoy sola ― Observó a su alrededor, ya no estaba aquella persona ni remotamente cerca ― Mamá ―.

We are back [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora