Cinco

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El momento amargo ya había pasado, ya podían respirar con tranquilidad.

Solo esperaban que terminaran de revisar a Emma los paramédicos.

Y aunque medio mundo se encontraba ajetreado por los sucesos, ellos se podían encontrar un poco más tranquilos cuando supieron que no hubo más que heridos, eso fue quitarles un peso de encima a los portadores de los Miraculous.

— Marinette, tienes que reprimir a esta niña — Comentó Nino, cargando en brazos a Emma mientras comenzaban a alejarse de la ambulancia, dando espacio a otras personas — ¿Viste él video? — Por suerte había checado sus redes sociales, donde aparecía un video de la pequeña corriendo hacia Ladybug para socorrerla — Eso es estar loca — Una mueca de enojo apareció en su rostro, dirigiéndose a Emma.

Marinette suspiró, no había visto ese dichoso video circulando las redes, lo había visto desde el frente, lo había vivido en carne propia.

Adrien la observó, esperando su respuesta. Ella solo aclaro su garganta.

— Lo vi de camino, fue lo que me motivó a bajarme del taxi — Aseguro, caminando a la par de ambos hombres.

— También lo vi de camino — Añadió Adrien, pensativo — Fue algo muy valiente, pero torpe — Marinette lo fulmino con la mirada, no se suponía que le diera ánimos a su hija para que repitiera ese acto — Más que nada torpe —.

— Valiente y torpe, las mismas palabras con las que describiría a Marinette, claramente es tu hija — Una voz los sacó de sus pensamientos, girando para ver la dueña de esta.

— ¡Tía Aly! — Exclamó al verla, alzando su mano hacia ella — ¡Sálvame! Me regañan — Se quejó, intentando fingir un leve llanto.

Adrien rio un poco, esa condenada niña sí que era buena.

— Y lo tienes merecido, pequeño monstruo ¡Mira que asustarnos a todos así! — Le respondió Alya, para después dirigirse a Marinette para abrazarla con fuerza.

Adrien quedó un poco sorprendido ante ese gesto, él esperaría que se lanzara a los brazos de su prometido, de Nino.

Pero ahí estaba, abrazando fuertemente a Marinette.

« Gracias » La escuchó susurrar para ella.

Cuando se separó de ella, notó algo extraño que nunca pensó que vería.

Alya con sus ojos llenos de lágrimas.

Se giró hacia Nino y Emma, para abrazarlos con fuerza ambos.

— Solo me hacen preocuparme —.

— Lo siento — Murmuraron ambos para ella, sacándole una leve sonrisa.

Adrien sintió una opresión en su pecho, sintiéndose fuera de lugar.

Una mano se posó en su hombro, sacándolo de sus pensamientos, era Marinette.

— Gracias — Murmuró ella, con su mirada dirigida hacia sus amigos e hija.

— ¿Por qué? — Preguntó algo confundido, observando sus facciones.

Parecía como si fuera a terminar llorando en cualquier instante, tenía sus pestañas inferiores algo humedecidas.

— Por estar aquí esta vez —.

Ella sonrió, no lo estaba observando, pero sabía que esa sonrisa era para él.

Por primera vez en aquellos años, no se había perdido de algo, aunque fuera algo malo, había hecho algo bien.

We are back [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora