Veinte

4.8K 440 655
                                    

El silencio se hizo presente en la habitación, abrumando a ambas mujeres.

Marinette sostenia en brazos a Emma, quien ocultaba su rostro entre el hueco de su hombro y su cuello, ocultándose de todo lo que ocurría a su alrededor, pues estaba confundida: ¿Cómo alguien que quería tanto podía querer lastimar a su madre? Por qué sí, no era tonta, reconocía aquel nombre que su madre afirmaba que usaba como alias, era quien generaba el caos en París durante ese último tiempo y también en el pasado.

¿Por qué lo hacía? ¿Realmente le importaba tanto como había declarado desde que era más pequeña? No lo sabía, pero aquel cariño se sentía tan real como el que sus abuelos Sabine y Tom le profesaban, así que era un tanto complicado para su mente intentar distinguir entre la realidad y la fantasía.

Añadiendo que aquella hermosa pintura que tenía en aquel lugar era la misma mujer que le había hecho daño, pero la sensación que ella podía ser capaz de percibir era completamente diferente; Podía sentir una tranquilidad que solo experimentaba cuando se encontraba con su mamá mientras ambas observaban las estrellas.

Además, le había dicho varias cosas, que tenía algo importante tras ella.

Que debía recuperarla, que ella debía recuperar esa joya, no recordaba el nombre, y eso le frustraba pues había escuchado a su madre y a Tikki mencionarlo en muchas ocasiones.

Pero antes de que pudiera hacer algo más, su abuelo había llegado y las cosas no habían salido nada bien.

― Marinette, dime por favor que no les hizo nada malo ― Alya comenzó a acortar la distancia con grandes zancadas, abrazando a ambas ― Perdóname, perdónenme ― Susurró débilmente sin soltarlas.

― No, no lo hizo ― Aseguró mientras con su brazo libre correspondía el abrazo ― Alya, deja de disculparte, nada de esto es culpa tuya ―.

― ¡Claro que lo es! Si yo no hubiera tentado a Gabriel Agreste, él no sabría tu identidad ¡Es mi culpa! ― Un pequeño suspiró salió de su boca ― No pensé en ti ―.

Marinette se separó un poco de ella, observándola con una mueca de reproche.

― Alto ahí, detente ― Le pidió ― No sabias nada, Alya, por tu cabeza no iba a pasar que él sería Hawkmoth, tú lo hiciste pensando en mi bienestar y él de Emma, solo las cosas no salieron bien ― Colocó su mano en su hombro, dándole apoyo moral ― Soy yo la que no creyó tu mal presentimiento hoy, eso sí fue mi culpa ―.

Alya estaba por decir algo más, pero el sonido del yo-yo de Ladybug le interrumpió. Ella le entregó a Emma para que la sostuviera por ella, y así poder contestar con mayor libertad.

Era Jade Turtle.

Levantó una parte del yo-yo y pudo verlo.

Dime que estas bien ― Escuchó como su voz estaba completamente agitada.

― Sí, pero ¿Qué demonios te pasa a ti? ― Preguntó al verlo tomar una gran bocanada de aire, estaba claro que había estado corriendo grandes distancias ― ¿Qué pasó? ―.

Un Akuma, y supe que te encontrabas con Gabriel Agreste ― Hizo una pausa, intentando acomodar sus ideas ― Y, como no sabes del Akuma, entonces quiero pensar que sabes que él es ― Fue interrumpido.

― ¿Hawkmoth? Sí, gracias por el aviso ―.

Me acabo de enterar, Ladybug ― Suspiró, pasando su mano por todo su rostro ― Voy a tu ubicación ― Mencionó, no muy contento, para después finalizar la llamada.

We are back [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora