Lanzó con fuerza su celular hacia el suelo, logrando que la pantalla de este se partiera completamente cuando impacto.
Llevó ambas manos hacia su cabeza, intentando controlar la rabia que tenia dentro de él.
Nunca había tenido deseos de hacerle el mal a nadie, usualmente era alguien alegre y energético, era todo lo que el expresaba cuando se encontraba frente a una cámara.
Aquello rápidamente lo llevo de ser un simple presentador de la cadena hasta llegar a ser un reconocido productor dentro de Francia. Las cosas más vistas actualmente eran producidas por él y aquello era algo que le llenaba de orgullo.
Alec se había hecho su camino a base de esfuerzo y dedicación, nunca había sido una opción estancarse, menos ahora.
Pero ahora realmente ni el mismo se reconocía, tenía unas ganas enormes de asesinarla.
— Maldita moralista — Pronuncio mientras sus dientes rechinaban, estaba presionando demasiado su mandíbula.
Ella había logrado que su paciencia estuviera al límite, que su conducta se encontrara al límite.
Lo había dejado en total ridículo con el canal.
Perdieron aquella noche más de cuarenta puntos de rainting, solo en París, a nivel nacional aquella cifra era aun más aterradora.
Los ejecutivos del canal querían respuestas; ¿Cómo tienes la primicia de una noticia tan abrumadora y escalofriante, y de la nada no tienes nada? Culpar a los empleados claro que no es una opción, por qué encargarse de que todo estuviese perfecto es su responsabilidad.
Sí tienes logros por tus empleados, eres aplaudido y elogiado. Sí ellos comenten un error, por consecuencia el que recibe la culpa eres tú.
Alya Cesaire le había traicionado después de todas las oportunidades que le había brindado ¿El motivo? No lo sabía.
Y por eso estaba en la cuerda floja de perder todo por lo que había trabajado, por un simple error, por una simple traición.
Tomó de su escritorio un micrófono, algo viejo y un poco oxidado, aquel que le había acompañado durante las primeras veces que se había presentado en el canal, cuando apenas estaba comenzando.
De presentador de la farándula a gran productor.
Y todo aquello podía acabar por culpa de aquella mujer.
Aquella que quería destapar cualquier verdad a toda costa, término ocultando algo.
Y él quería descubrir que era.
Comenzó a sentir un frió intenso en sus extremidades, lo que hizo preguntarse si tenía encendida la calefacción de su oficina.
Entonces, se pudo percatar de que aquel micrófono que sostenía emanaba una extraña energía oscura.
Sudo frió al sentirse completamente paralizado de un momento para otro, ahí fue cuando un intenso dolor en su cabeza comenzó, pero por más que intentara ningún quejido de dolor salía de su boca, se encontraba apacible.
— Es triste cuando personas insignificantes se atraviesan en nuestro camino, no muchos pueden desahogar ese sentimiento de frustración que tienes en estos momentos, pero tú sí, Sombre Vérité, puedo darte el poder — Una voz rasposa sonó en su cabeza como si fuese una clase de eco.
Tentándolo.
No era un tonto para deducir de quien se trataba, era nada más y nada menos que Hawkmoth.
ESTÁS LEYENDO
We are back [Miraculous Ladybug]
FanfictionChat Noir descubre una verdad que termina arrastrándolo a un juego peligroso, donde tiene que encontrar la manera de proteger a Ladybug de Hawkmoth, hasta que después de años descubre que el mismo tendría que hacerle daño, sin saber que no es el úni...