Un remolino de emociones la envolvió en cuanto sintió una suave brisa sobre su rostro, la adrenalina comenzó a recorrer su cuerpo de manera frenética cuando la luz que se encontraba a su alrededor se apagó instantáneamente.
Observó sus manos, que ahora se encontraban cubiertas por unos largos guantes de azul eléctrico con unas pequeñas líneas rojizas.
Tocó levemente su broche, acariciándolo, añorando todo el tiempo que había perdido. Hēi húdié tenía razón, ella era alguien débil a comparación de los demás pilares, no solo en fuerza, sino también en la voluntad y en el compañerismo que debía otorgar, por eso había fallado.
Quería terminar lo que había empezado, pero su terquedad termino llevando a Gòng Gōng directamente al templo donde se encontraba el libro sagrado, técnicamente había matado a todos los campeones de Hēi húdié, y al mismo también.
― Ustedes dos ― Llamó a ambos héroes ― Protejan a mi nieta, y protéjanse entre ustedes, si uno de los dos cae, el otro también lo hará ―.
Chat Noir tragó saliva, colocándose de pie y observando la espalda de su madre.
La voz de ella sonaba seria, e incluso en sus palabras él fácilmente pudo detectar culpabilidad.
― Mamá ― Pronunció él, intentando encontrar las palabras correctas.
― Confió en ti, Adrien ― Confesó, inhalando una gran bocanada de aire ― Protege lo que te importa, los errores de tu tonta madre se acabaran aquí y ahora ― Y sin darle tiempo de responder, salto directamente al centro de la habitación.
Queen Bee se encontraba batallando con tres de las horrorosas criaturas formadas a partir del cuerpo acuoso de Gòng Gōng, intentando mantener una distancia entre ella y ellos con su trompo.
Haya atacado varias veces a su cabeza y piernas con este, atravesándolos por completo e incluso había logrado que uno se desvaneciera, pero era en vano. Los cuerpos volvían a tomar su forma, después de todo se encontraban hechos de agua, no podía encontrar nada que pudiese noquearlos o algo por el estilo.
Uno de ellos se dispuso a golpearla de frente, y pudo ver por el rabillo del ojo como otro se acercaba a su costado.
Entonces levando su pierna derecha, dando un giro con ella en el aire logro separar el brazo de su oponente, para después repetir el mismo movimiento con el siguiente que estuvo a punto de darle un buen golpe.
Tomó aire, todos sus movimientos nacían por instinto, coordinándose a la perfección con sus propios pensamientos.
Estuvo a punto de continuar, llegar hasta donde se encontraba Jade para poder apoyarlo en su lucha, pero un sentimiento de peligro la embriago, obligando a girar su rostro.
El tercero que restaba había lanzado una estaca formada por hielo, directo hacia ella.
Pero nunca llego a estar siquiera cerca, a mitad de su recorrido este se había paralizado a mitad del aire.
Queen Bee observó aquello, confundida.
Tres pequeños rayos de luz pasaron a un costado de ella, llegando directamente hasta donde se encontraban sus hasta ahora oponentes quienes estaban paralizados.
Tragó saliva cuando su mirada se dirigió hacia donde el gran ventanal se había hecho añicos y pronto un recuerdo llegó a ella de su juventud; Completamente paralizada y expuesta al mundo, a merced de quien había logrado humillar y que, a pesar de todo, le había dado la oportunidad de mostrar quien era realmente.
Alya se encontraba ahí, con el traje que alguna vez porto y que tanto temió durante su adolescencia.
― ¡Tienes que estar bromeando, Hawkmoth! ― Escuchó a su espalda el grito de Jade, quien daba un fuerte golpe a una de esas criaturas ― ¡De todas las personas! ―.
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We are back [Miraculous Ladybug]
FanfictionChat Noir descubre una verdad que termina arrastrándolo a un juego peligroso, donde tiene que encontrar la manera de proteger a Ladybug de Hawkmoth, hasta que después de años descubre que el mismo tendría que hacerle daño, sin saber que no es el úni...