Capítulo 9: Gatos y dragones

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Fairy Tail, esa noche, presentaba una obra de teatro.

La idea había sido de Mirajane, quien se encargó de escribir y dirigir la misma, así como elegir el vestuario de todos. La trama, iba sobre una princesa, quien necesitaba encontrar a las siete hadas del mundo; quienes le cumplirían el deseo más profundo de su corazón. En su búsqueda, la acompañaban una guerrera, un hechicero y un gato.

Los cuatro papeles principales, le tocaron a Lucy, Erza, Gray y Natsu. El último de ellos, tuvo la mala suerte, de usar el traje de gato. Era a cuerpo completo, en color blanco, muy parecido a un pijama. Y normalmente, no le hubiera importado hacer el ridículo frente a su gremio; pero Mirajane invitó a personas de otros gremios.

Todos se rieron, apenas salió a escena. La obra duró tres horas, con sus respectivos números musicales, donde cantaron y bailaron.

Al final de la noche, lo único que Natsu quería, era irse a casa y no saber de nadie en lo que quedaba de su vida. ¿Le habían tomado foto? Juró haber visto flashes y escuchó un par de piropos, dirigidos a lo bien que le quedaba el disfraz. Sin querer oír más, ni dar los autógrafos que estaban pidiendo, salió por la puerta trasera.

— Bastardos, ya me tocará reírme a mí —gruñó, apretando el puño. Entonces, se dio cuenta, que sin ayuda de nadie, no podría sacarse ese traje. La cremallera quedaba en la espalda, no llevaba ropa abajo; pero se negaba a regresar dentro.

Natsu se fue corriendo, sin saber, que alguien lo seguía.

***

A través de los callejones, Millianna estaba a la caza de Natsu. Quería estrujarlo, acariciar sus mejillas, su cola y de paso, robarle ese disfraz que la había enamorado desde el primer momento. No sería nada sencillo, sabía que él era fuerte; así que debería pelear. Estaba lista, por supuesto, nada la haría desistir de quitarle su cosplay.

Natsu llegó a su casa, pero se detuvo afuera, buscando sus llaves. Millianna aprovechó para acercarse por atrás, abrazarlo fuertemente y acariciarle todo lo que tuvo a la mano. Natsu se quedó hecho piedra. ¿No era eso, lo que Lucy llamaba siempre, acoso sexual?

— ¡Auxilio! ¡Me acosan! —Gritó, imitando a la rubia.
— ¡Nyaaaa! ¡Gatito, gatito, gatito! —Decía Millianna, frotando su cuerpo contra la suave tela. Era tan cálido, tan agradable...

El mago reconoció la voz, justo antes de darle un puñetazo, deteniéndose en seco. No podía pelear contra Millianna. Erza lo mataría. Y respetaba demasiado a Erza, como para que supiera, que él andaba de problemático con una pobre chica gato. Soportaría, soportaría por el bien de su trasero y el resto de su humanidad; cuidándola de no ser destrozada por Erza y sus espadas llenas de sangre.

Los toqueteos, duraron alrededor de diez minutos. Millianna se quedó tranquila, Natsu quiso entrar a su casa. Estiró la mano hacia la chapa, viendo que en su muñeca, estaba la mano de Millianna.

— ¿Qué sucede? —Preguntó, en un falso tono de amabilidad. Era miedo, miedo a Erza.
— Quítate el traje. Ahora mismo.
— ¡¿Ah?! ¡¿Cómo que...?! ¡No!

Nunca tocaría a Lucy de nuevo, empezaba a entenderla. Se sentía violado sólo con esas palabras. ¿Para qué lo quería desnudo? ¿Acaso pensaba seguir tocándolo? ¡No, por favor, no! ¡Tendría las de perder, en caso de que Erza se enterara, lo castraría!

— ¡Que te lo quites, ahora!
— ¡No, no me voy a quitar nada!
—... Te dejaré tocarme. Grrr —Trató de ser sexy, alguna vez, escuchó de Risley que era la mejor forma de conseguir lo que querían—. Vamos, no te puedes resistir.
— Millianna, déjame. Por favor. No le digas nada a Erza.

<< ¿Er-chan qué tiene que ver en esto? >> Se preguntó, moviendo la cola a los lados.

— Si no te quitas la ropa, le diré a Er-chan que me seguiste a casa. Y ella hará conjeturas.
— ¡No, no hace falta! ¡Mira, mira! ¡Me lo estoy quitando! —Se apresuró a quitarse el gorro. — ¿Puedes bajarme el cierre? Está en la espalda, no lo alcanzo.

Millianna deslizó la cremallera. Gracias a la luz de la luna, logró verle la espalda y el trasero. Su cola se erizó, alejándose unos pasos. ¿Los chicos eran diferentes al frente? Eso había escuchado de sus compañeras, quienes solían hablarle de hombres, que ellos tenían una cola adelante. Y era un buen momento para comprobarlo.

— Natsu...
— ¿Qué?
— ¿Puedo ver tu cola de adelante?

Sacó el disfraz por sus pies, quedándose completamente desnudo, frágil, vulnerable. Comprender a Lucy no era bonito. No volvería a entrar sin permiso a su casa, tampoco al baño. Ni la espiaría en el baño del gremio, no lo haría. ¿Por qué estaba tan avergonzado? Nunca le importó antes, que las chicas del gremio, lo vieran desnudo. Ellas se echaban a correr, cubriéndose los senos y la entrepierna.

— ¡No!
— ¡Enséñame o le digo a Er-chan!
— ¡No puedes amenazarme! ¡No puedes!
— ¡Er-chan! —Gritó Millianna, su boca fue tapada por Natsu, al darse vuelta para enseñarle lo que quería. — ¡Sí es una cola! ¡Lo es! ¡¿Puedo jalarle, por favor?! ¡Aunque no tenga pelo!

La sensación de amenaza, se disipo, gracias a esos comentarios. Natsu le palmeó la cabeza, riéndose. Millianna era demasiado inocente, creía que esa cosa era una cola. Claro, la podía mover, pero no como la de ella. Ah, necesitaba descansar.

— Ve a casa, Millianna —le dijo, entregándole el disfraz—. O mejor, ve con Erza, ella te...

Millianna lamió la boca de Natsu, la lengua de la chica era rasposa. Lo hizo otra vez, susurrando ''Gracias'' y se dio la media vuelta, marchándose a toda velocidad. Natsu se quedó pasmado... Ahora que lo pensaba mejor, no era casualidad, que los dragones se llevaran bien con los gatos.

***

¡Bueno, otro capítulo! Sï, es bastante tarde, pero lo subo ahora porque estaba muy inspirada al escribir. Entre la tarde y la noche, se publicará un nuevo capítulo. Dejen sus comentarios y propuestas, gracias por leer :3

Tú y yo (Natsu Dragneel harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora