Especial: La búsqueda (Parte 3)

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— Prometiste contarme. Hazlo.

A veintisiete kilómetros del valle, lograron encontrar una posada. En el momento que llegaron, les avisaron que no quedaban cuartos disponibles, pues esa noche se llevaba a cabo una reunión de gente rica. Vieron salir a un montón de viejos arrugados, acompañados por hermosas mujeres en poca ropa, que los despedían en la puerta y luego se acercaban a Natsu; preguntando si deseaba un poco de compañía femenina.

Pasados veinte minutos de espera, hubo una ''salida prematura''. Viejo y mujer, abandonaron la posada con mala cara, se gritaron un poco afuera y el recepcionista le entregó las llaves a Happy. Amablemente, les sirvió la cena y les dijo que usaran el baño privado del cuarto, así no verían nada extraño. Estómagos llenos, cuerpos limpios y vestidos con batas suavecitas, estaban preparados para dormir. Entonces, como si el destino les mostrara su dedo medio, comenzaron esos ruidos que no pueden ser de otra cosa, que de una mujer bien clavada.

''Vamos a dar un paseo'' eso fue lo que Happy dijo, pues los gemidos, se volvieron insoportables. En la parte trasera de la posada, había un jardín con estanque, algunos árboles frutales y caminito de piedra. Hasta allá, los ruidos morbosos, no les taladraban los oídos. Pero las sombras en las ventanas, puestas como perritos y otras posiciones que requieren flexibilidad extrema; fácilmente se ignoraban al girar la vista y mirar la expresión incómoda de tus compañeros.

— Conocí a Nym, cuando cumplí los doce años —Yume se sentó en una banca, mirando fijamente el suelo —. A esa edad, me fui de casa, luego de darme cuenta que podía usar magia. Mi familia, creía que los magos eran malos e inmediatamente, lo relacioné con que me rechazarían si se daban cuenta.

Yume se recordó a sí misma, viéndose yendo de un lado a otro, con miedo de que alguien pudiera lastimarla. Durante toda su vida, escuchó horrendas historias, sobre niñas que se fugaban y tiempo después, sus cadáveres eran encontrados; siempre en fosas comunes, con obvios signos de tortura. ''Ellas caían en las garras de los demonios'' solía decir su madre biológica.

— La encontré, mientras buscaba un gremio, porque una anciana me dijo que en ese lugar me enseñarían a controlar mis poderes. Estaba contenta. Ella me trató de una manera seca, pero amable. Me dio de comer, me albergó en su casa...

Por un segundo, la expresión en su cara cambió, a una gran y feliz sonrisa. Duró poco, dando paso de nuevo, a la expresión gélida y triste. Se quedó en silencio alrededor de dos minutos, en que Natsu se sentó a un lado, con Happy sobre sus piernas. El gatito estaba a punto de dormirse.

— Nada de lo que yo pueda decir, va a poder describir, la felicidad que sentía al estar con ella. El gremio al que nos unimos, terminó disolviéndose y cada miembro se fue por su lado. Ella y yo, continuamos en esa ciudad, haciendo trabajos para la gente del lugar. Nos volvimos muy cercanas, empezó a verme como una hija y yo a ella, como una madre. Incluso la llamaba así. Tuvimos muchas aventuras, ¿sabes? Estuvimos en los Grandes Juegos Mágicos, el año en que Fairy Tail se volvió el gremio número uno de Fiore.

Yume apretó la falda de la bata, tapándose los ojos con su mano libre. Aun, a pesar del tiempo transcurrido, escuchaba claramente los gritos de emoción, dados por Nym durante las batallas entre los magos.

— Ella se enamoró de un mago de hielo —dijo, soltando una pequeña risa —. Un sujeto musculoso, de cabello negro, no recuerdo su nombre pero era o es parte de Fairy Tail... Nym estaba muy emocionada, cuando lo vio pelear contra ese rubio de Sabertooth, dijo que era el hombre más guapo del mundo. ''Quiero casarme con él'' eso me estuvo diciendo durante todo el evento.

Tú y yo (Natsu Dragneel harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora