Capítulo 14: Siempre puedes contar con Cana

2K 110 9
                                    


Cana Alberona. Quince años. Pechos grandes, piernas bonitas, cadera amplia y trasero firme. La, posiblemente, chica más guapa de Fairy Tail. Quien bebía desde los trece años, que había sido escogida para el examen de Clase S y que, aunque perdió, no dejaba de ser un evento del que podía presumir.

En esos días, parecía haberse olvidado del suceso, ya que se veía más contenta y más sociable que antes. Y al haber, tanto niño de doce a trece años, ella se daba la libertad de aconsejarlos y molestarlos; sobre todo a los chicos. Le gustaba incomodarlos. Se bajaba el escote, les meneaba un poco el trasero o los abrazaba por la espalda; hablándoles al oído. Las caras de ellos, valían por completo la pena. Como se sonrojaban, le gritaban y la empujaban; para luego irse corriendo, tapándose la entrepierna. Todos le juraban venganza.

¿La nueva víctima de hoy? Natsu.

Si lograba sonrojarlo, se daría por bien servida, ya que normalmente sólo conseguía ser empujada. Le causaba gracia. Natsu era adorable, a sus ojos, por supuesto. Y a los de Mirajane; que siempre se quedaba embobada al verlo, cuando no podía hacer alguna cosa y lloraba de frustración. Eso sonaba un poco cruel, pero sólo un poquito; el fetichismo por las lágrimas, siempre es así de macabro.

Apenas lo vio, corrió a abrazarlo.

— ¡Cana!

El grito de él, detuvo su carrera, deslizándose por el suelo. Natsu tomó su brazo y salió del gremio, llevándola consigo. A nadie le pareció raro. Cana trataba de seguirle el paso, no sabía a dónde se dirigían. ¿Acaso...? ¡Ah, claro! ¡El parque de Magnolia! Lo que Natsu quería, era jugar con ella; por supuesto, ¿qué otra cosa podría ser? Debía dejar de pensar mal sobre un niño tan pequeño.

— ¿Qué quieres jugar, Natsu? —Preguntó.
— ¡A nada! ¡Quiero que me ayudes con algo!

¿Ayudar?

— Ah, por supuesto, ¿con qué necesitas ayuda?

Natsu paró, casi haciéndola caer. Bajó la cabeza.

— Es que unos niños, se rieron de mí, porque nunca he visto a una chica desnuda y me llamaron ''bebé''. ¿Puedo verte a ti? Aunque, no sé qué tenga eso de importante, pero no quiero que se vuelvan a burlar. Ni tener que pegarles. Otra vez.

De alguna forma, se sintió halagada, ya que parecía ser la primera opción de Natsu; la única a la que le podía pedir eso. ¿Cómo no hacerlo? Sí estaba muy desarrollada, si tenía un cuerpo bonito, sus pechos habían crecido bastante; lo que la volvía más atractiva a ojos masculinos. No es que Natsu, fuera un conocedor de eso, pero supuso que los instintos son iguales en todos los del género masculino.

— ¿Cana...?
— ¡Te ayudaré! ¡Ven conmigo!

Conocía un buen escondite, en una especie de túnel, que había en el parque. Quedaba algo lejos y las malezas altas, impedían las miradas de curiosos. Nunca faltaban los niños curiosos, que querían explorar, pero eso sucedía sólo en contadas ocasiones; ella había estado antes ahí, cuando jugaba al escondite o cuando quería un poco de privacidad para beber.

— Gracias, Cana.
— Tienes que poner atención, porque tal vez, nunca vuelvas a ver esto. Y no me desnudaré por completo, pero te enseñaré lo más importante, ¿sí?

Natsu asintió.

Se paró frente a ella, con los ojos muy abiertos; expectantes ante la majestuosidad de un cuerpo femenino. Cana se levantó la blusa, junto al sostén, haciendo que sus pechos rebotaran. Un minuto después, se bajó los pantalones, dejando su entrepierna al descubierto. << ¡Forma de triángulo! >> pensó Natsu, al verlo más fijamente, entendió porque Gildarts hablaba de un ''monte de Venus''.

No hubo palabras, ni miradas cruzadas; los dos estaban en silencio, porque no había demasiado de qué hablar. No iba a decir ''Oye, te depilas muy bien... ¿O aun no te salen vellos?''

— Natsu...
— ¿Ah?
— ¿Quieres tocar?
— ¿Puedo?
— No me molesta, adelante.

Él estiró la mano, dirigiéndola hacia el seno derecho de Cana, el que palpó; primero muy por encima, casi sin fuerza. Tras ver, que no se rompería, aplicó un poco más de fuerza y Cana, quien no se movía, sonrió de una manera depravada. Lo que estaba haciendo... ¿Qué tan ilegal era? Natsu tenía trece, ella quince; aun cuando fuera menor de edad también, Cana ya bebía y a ojos de cualquiera, se trataba de una adulta hecha y derecha. Si alguien los veía: ¿Los tomarían como dos chicos, haciendo lo que todo el mundo hace, o llamarían a las autoridades?

— Oye, Natsu, ¿quieres que digan que eres ''todo un hombre''?

Natsu asintió, de nuevo. No sabía en qué se metía.

***

Natsu regresó al gremio, dos horas después. Algunos se rieron, porque caminaba raro, con las piernas muy abiertas. Cana apareció, quince minutos después, bastante contenta. ¿Y qué pensaron todos? Que ella le había pateado el trasero. Si hubo un trasero maltratado, pero no fue el de Natsu. 

***

¡Hoy le tocó a Cana! :v bueno... Ammm... Sólo quiero anunciar una cosa: Este fanfic se va a alargar BASTANTE... Seguirá siendo de Natsu, con las chicas, capítulos de una a varias partes e incluiré AU (universo alternativo), que serán como mini-series, dentro de ésta misma historia. Espero les guste mucho lo que viene. La mini serie se llamará: ''La casita de Natsu'' y estará ambientado en un Japón moderno, yendo al estilo de comedia escolar romántica ecchi :v eso es todo, señoritos <3 ¡Nos vemos en el próximo capítulo! 

Tú y yo (Natsu Dragneel harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora