La casita de Natsu (36)

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Papas fritas, salchichas en forma de pulpo. Puré de papas, ensalada de papas, croquetas de papa y carne. Hamburguesas con queso, sin pan. Y para beber, como no podía ser de otro modo, bebían agua de Jamaica. Porque estaban en la casa de Don Papi.

Ume y Yume, disfrutaban de los chiles jalapeños en vinagre, de los que vendían en lata. Unos buenos frijolitos puercos y tortillas de harina, que llevaban mucho tiempo sin probar. Por fortuna, el primo Jerall, cocinaba delicioso y les preparó eso a ellas; mientras que la otra comida, menos mexicana, era para Lucy y Natsu; los invitados de honor.

Los padres de Natsu y los de ellas, estaban en un viaje a Tokio, sin hijos ni responsabilidades paternas; se habían ido esa tarde de viernes, a las seis. No regresarían, hasta el lunes en la mañana, por lo que todo el fin de semana, estarían solos. Claro que, adelantándose a las circunstancias, Don Papi le pidió a Jerall, que los vigilara; en especial a Natsu. Acordaron, que los niños, estarían en la casa de la los Miyamoto y que obedecerían a Jerall sin rechistar.

— Ume, come más despacio —dijo el ''adulto responsable''.
— Es que está muy rico —replicó ella, haciéndose otro burrito—. ¿Puedo comer puré de papa?
— Puedes comer lo que quieras, Ume. Así te da sueño antes y te duermes más temprano. Come, come.

Natsu, tragaba como animal, engullendo de todo. A su lado, Lucy, comía tranquilamente; limpiándose la boca con una servilleta, degustando lento, como toda una dama.

— Muy bueno, Jerall —dijo Lucy.
— Gracias —respondió, limpiándole la boca a Ume.
— Es la primera vez, que estamos nosotros juntos, ¿verdad? —Yume suspiró. — Me siento un poco desilusionada, pensaba que si nos quedábamos solos, yo sería la adulta responsable. Todavía no puedo disfrutar lo de los dieciocho años, al lado de Jerall, sigo siendo una niña. Él ya tiene veintitrés.

La primera noche de otoño, un viento leve, chocaba contra una de las ventanas. Las hojas, en poco tiempo, se volverían rojas, amarillas y marrones. Los colores típicos de la estación.

— Una vez...

La voz de Yume, se escuchó baja y distraída, como si no hablara con nadie; ignorando que ellos la miraban.

— Una vez, alguien me contó, sobre el otoño... Dijo que, según el mito griego, el dios del inframundo, Hades, se enamoró de una diosa joven llamada Perséfone; a la que raptó y la alejó de su madre; Deméter. Ella vagó por la tierra, buscándola sin descanso, convirtiendo en desierto la tierra que pisaba. Los otros dioses, hablaron con Hades, para que permitiera que ellas se reunieran. Él aceptó. Durante la primavera y el verano, Perséfone estaría con su madre, por eso los campos florecían y el calor inundaba el mundo.

Los ojos de ellas, de pronto, se pusieron vidriosos.

— Y cuando Perséfone, debía volver con su esposo al inframundo, Deméter pintaba las hojas de marrón, rojo y amarillo, a modo de despedida para su hija. Porque esos eran sus colores favoritos. Ella se ponía triste y daba paso al invierno, cuando las cosechas no florecen y los árboles están desnudos. Entonces, en primavera, se repetía el ciclo. En palabras simples, el otoño representa la despedida de una madre y su hija... Una madre que la amaba, más que a nadie en el mundo y una hija, que nunca en su vida, quiso dejarla...

Yume se levantó, disculpándose en voz baja, saliendo deprisa de ahí. Ume suspiró, regresando sus cinco sentidos a la comida.

— Todavía no lo supera —habló la hermana menor—. Nadie vaya a verla en un buen rato, porque la van a hacer sentir peor y no me pregunten qué pasa, a mí tampoco me gusta acordarme de eso.

La cena continuó en silencio.

Apenas acabó, Natsu se levantó para ir y preguntar, si había que pudiera hacer para que se sintiera mejor. Al primer paso, Ume le agarró la mano y negó con la cabeza, indicándole que no se atreviera. Que no era buena idea.

En su habitación, Ume miraba una fotografía, llorando debajo de la cama. Regañándose por no dejar de pensar en ella.

— Te odio, Nym... Te odio...

*** 

¡Otro capítulo! :v Ya estoy agarrando el ritmo otra vez. ¡Espero les haya gustado! ¡Ya veremos que hace Natsu después! Los que leyeron o recuerden el especial, donde apareció Yume por primera vez, ya saben quien es Nym... ¡Nos vemos en el próximo episodio! ¡Gracias por leer! 

Tú y yo (Natsu Dragneel harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora