Natsu no sabía, que Yume, tuviera una hermana menor. Se imaginaba a una pequeña e inocente loli, completamente plana y adorable. No preguntó edad. Lo único que le importaba, era que Yume, prometió pagarle diez mil yenes por tres horas de trabajo; más que suficiente para él. Compraría cosas buenas con ese dinero. Por ejemplo: Una hielera para su cuarto. Y una cama para su gato.
Llegó a las tres de la tarde, a uno de esos barrios para ricos, donde había casas grandes y bonitas; una excelente mezcla entre el estilo moderno y el antiguo. La casa de la familia Miyamoto, era de dos pisos. Yume salió a abrir el portón, haciéndolo pasar al interior del patio y a la vivienda.
— ¿A dónde vas a ir, Yume? —Preguntó Natsu. — Al cine. Van a estrenar unas películas hoy. — Oh, qué bien, ¿irás con tu novio?
La reacción de ella, le dijo que, no debió preguntar.
— Mi hermana se llama Ume —rápidamente, cambió el tema—. Tiene trece años, se la pasa encerrada siempre. Me empieza a preocupar. ¿Podrías sacarla un ratito de la computadora? Te pagaré diez más. — Yo me encargo. Vamos a ver a la niña.
¿Veinte mil? ¡¿Por tres horas de jugar a la rayuela?! ¡Claro que sí! ¡La sacaría de esa casa, aunque fuera arrastrando! Después de todo: ¿Qué niñita se iba a resistir, a pasar el rato, con un chico mayor en el parque? Si a Gray le funcionaba, a Natsu con mucha más razón. Los niños lo adoraban.
Caminaron al segundo piso, Yume abrió la puerta de su hermana.
— Ume-chan, mira, él es Natsu. Él te va a cuidar.
Era un cuarto normal. Muy femenino. Lleno de elementos rosas o de colores pastel, algo muy dulce. Natsu buscó con la mirada, a la adorable nenita, hasta que dio con una... Señorita. ¿Y la loli? ¿Dónde estaba la loli?
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— Ella es mi hermanita —dijo Yume. —... En tu familia, ¿todas son así de grandes?
Ella no entendió la pregunta.
La expresión de Ume, no decía nada para Natsu; no sabía si le caía bien o mal, si querría ir al parque con él. Empezaba a tener miedo. Las chicas desarrolladas, siempre son bastante aventadas, pero siguen siendo ilegales.
— Hola —prefirió saludar, sin demostrar su creciente preocupación. — ¿Quieres ver algo interesante? —Preguntó Ume. — ¡Seguro! ¡Enséñame!
Bien, excelente. ¡Ella se abría! ¡Sí era una niña normal!
Ume se quitó el celular rosa de la oreja, abrió la galería y buscó entre sus fotografías; llegando a las que había tomado el día lunes. Extendió el celular hacia Natsu, quien lo recibió con toda alegría; sin imaginarse, lo que vería.
Bajó la vista a la pantalla, donde claramente, había una foto de él y Mavis. De él y Mavis teniendo sexo. En la sala de profesores.
— ¿Qué demo...?
Tapó la pantalla, antes de que Yume lo viera.
Ume sonrió levemente.
***
Un capítulo corto, porque era para introducir a éste demonio :v
Ume-chan será una parte importante de la mini-serie, ya verán. En el siguiente (que estará en una o dos horas más), aparecerá Wendy. ¡Y como es costumbre, cuando incluyo algún personaje original, les regalo esa imagen de ella! Editada 100% por mí :3 ¡Nos vemos en el próximo capítulo!
