Capítulo 8: La visita del demonio (Parte 2, final)

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Teniéndolo tan cerca.

Dimaria pasó saliva, tratando de dejar su mente en blanco, porque su cuerpo, comenzaba a reaccionar ante esas caricias atrevidas. Primero, la mano de Natsu estaba en su mejilla, pero fue bajando lentamente a su cuello, hombros; pasó un dedo por sus clavículas y al detenerse en medio, siguió descendiendo a su pecho, hasta posicionarse entre sus pechos.

¿Por qué no lo detenía? Ya no estaba atada, podría levantarse, patearlo y luego echarlo de la casa; acusándolo de pervertido. Y entonces, cuando llegaran sus compañeras, les contaría lo ocurrido. Lucy lo llenaría de flechas, Randi lo reduciría como un animal y lo tirarían dentro de una jaula para hámster; a que corriera en la ruedita eternamente.

— Natsu...
— Si insistes en verme como un demonio, me comportaré como tal. Así que, no importa lo que digas, no me voy a detener. No lo haré.

<<No quiero que te detengas>> Pensó Mari, tragando saliva. Ya sabía la respuesta a su anterior pregunta. Algo pasaría. Sabía bien qué era ese ''algo''... Y estaba dispuesta a continuar con ello. La mezcla de miedo, excitación y un poco de ira, hacían que su respiración se profundizara. El estómago se le hundía en cada inhalación, sacándole suspiros, mientras las manos de Natsu continuaban su camino.

Dio su consentimiento sin hablar, al separar un poco las piernas; permitiendo que el cazador de dragones, se acomodara entre ellas. Él no sabía exactamente, que ocurriría después; pero ante esa sumisión, supuso que Dimaria habría superado su miedo.

<< De haber sabido que esto era la solución, lo habría hecho antes >> Pensó Natsu, sintiéndose un poco tonto ante la revelación. Las mujeres son extrañas. Ya que, al tratar de abrazarla en el pasado — sin ninguna intención morbosa—, ella lo había golpeado en la entrepierna y acusado de abusador. ¿Ahora? Él la tocaba libremente, sin recibir ni una queja.

Dirigió su mano hacia ''esa'' zona de Dimaria, un poco sonrojado. ¿Estaría bien? Bueno, ella no parecía enojada, ni se movía más que para arquearse ligeramente y soltar un par de suspiros.

— ¡Mari, Natsu! ¡Ya llegamos!

Brandish entró a la casa, junto a Lucy y Happy. Ellos se separaron rápidamente, antes de ser vistos por las chicas y el gato. Iban tan distraídas, centradas en su propia plática, que ni siquiera le prestaron atención a la blusa abierta de Mari. Se metieron a la cocina; ellas se encargaban de preparar la cena, siempre que les caía la visita, Brandish disfrutaba de cocinar con Lucy.

— ¿Viste? —Susurró Lucy. — Ellos estaban cerca sin matarse.
— Sí, los vi —respondió Brandish—. Qué bueno, ya me cansaba bajarla del árbol. Podemos dejar de preocuparnos, diles que vayan a bañarse; así Natsu no vendrá a robar comida antes de que preparemos el estofado.

***

Un baño caliente, una rica cena, el estómago lleno y un sofá confortable. Lucy estaba durmiendo en la habitación con las chicas, Happy las acompañaba; mientras que Natsu, por ser chico, se quedaba en la sala y dormía en el sofá. Al menos, era grande y muy cómodo; así que no se quejaba por ello.

Aun pensaba en lo ocurrido con Dimaria, preguntándose si la falta de miedo, fue a causa de la situación y era momentánea; o en verdad, ella lo habría perdonado y no volvería a llamarlo demonio.

— Bueno, lo que sea, mañana lo averiguaré —dijo, a punto de darse la vuelta para dormir.

Escuchó una puerta abrirse, en medio del silencio de la noche. Las chicas estarían dormidas, así que... ¿Quién podría ser? ¿Happy? Unos pasos se acercaron al sofá, levantó la cabeza y vio a la rubia de cabello corto.

Dimaria llevaba un vestido corto, semitransparente y negro, que le quedaba a la perfección. Una pieza de lencería. Ella estaba sonrojada, con la mirada hacia el suelo, evitando hacer contacto visual.

No dijeron nada. Dimaria se sentó sobre él, tomó las manos de Natsu y las colocó encima de sus pechos. Él los apretó, sacándole un gemido ahogado. Se acercaron, viéndose directamente a los ojos.

Un beso selló el pacto de silencio, la noche sería larga y las consecuencias a ello, vendría después. En esos momentos, nada más importaba.

***

¡Ah, estaba tan avergonzada mientras escribía! ¡Pero me encantó cómo quedó! Espero que les guste esta nueva parte, si tienen petición de alguna otra pareja de Natsu con alguna chica, dejen un comentario sobre qué les gustaría leer :3 

Tú y yo (Natsu Dragneel harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora