La casita de Natsu (41)

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Parada en el borde del edificio.

Un pie en la plataforma, otro en el vacío. Pensando en cuál era la mejor opción de todas. Obviamente, su sentido común, gritaba que volviera al piso de la azotea y olvidara el asunto; que corriera a abrazar a su hermana, que debía sentirse igual o peor que ella, que estuvieran juntas y se consolaran entre sí. La otra parte, el sentido común del sentido común, le dijo que no mamara. Que a Ume le venían valiendo tres hectáreas lo que sintiera.

— Qué bonita se ve la ciudad desde aquí...

Devolvió su pie al concreto, deteniéndose a mirar el panorama, tan brillante. En las calles, las luces se reflejaban, debido a una pequeña lluvia que cayó antes. Ahora estaba más confundida que antes. ¿Por qué le tenía que pasar a ella? ¿Qué había hecho para merecer esa traición? ¿Y sus oraciones no eran respondidas, por el simple hecho, de que el creador de todo lo existente, se negaba a romper más su corazón? A veces, la incertidumbre, es mejor que una verdad dolorosa; no sólo pedía ver a Nym, sino obtener respuestas, saber los motivos de su partida. Había tenido lo primero y fue horrible. Un gesto de desprecio sin igual. ¿Cuáles serían sus razones para desaparecer? ¿Qué le diría? ¿''Estaba harta de ti y de tu hermana, necesitaba un respiro de ambas, fingí que las quería porque no tenía nada mejor que hacer''? O ¿''A decir verdad, no hallaba como decirles que ya no quería ser su amiga''? Ambas sonaban horribles. E incrementaban su frustración y tristeza; le daban ganas de saltar en ese mismo instante.

Inmediatamente, pensó en su familia, en lo poco que estaba considerándolos. Eso no la hacía diferente a Nym. Si se mataba, sus padres llorarían por ella y Ume, se sentiría culpable por llevarla ese lugar. En su hermana existía la consciencia. No quería quitarle ese último rastro de humanidad.

Pero estaba tan triste.

Dio un salto.

Hacia atrás. Cayó de trasero en el techo de la terraza, suspirando de alivio, de no haberse tropezado con nada y que por cuestiones de su mala suerte, terminara quince pisos abajo. Necesitaba pensar claramente.

— ¡Hola, Yume!

Esa era la voz de Natsu.

Alzó la cabeza y lo vio. Caminando por el mismo borde del que ella estuvo parada; decidiendo si matarse o no. Natsu, saltaba en un pie, moviendo los brazos para equilibrar y no partírsela.

— ¡Natsu, baja de ahí! —Gritó Yume, sintiendo el escalofrío recorriendo su espalda; frío y doloroso. Se imaginó lo peor. — ¡Natsu, baja!
— ¡Espera, trato de romper un record!
— ¡No me interesa! ¡Baja!

Yume lo jaló del brazo, regresándolo a la seguridad de la azotea, a su suelo con impermeable. Natsu se reía, no se veía nada preocupado o asustado, no parecía consciente de que estuvo a punto de morir.

— ¡¿Estás tonto?! —Preguntó furiosa.
— ¿Lo estás tú? —Natsu la miró, dejando de reírse y payasear. — Te estaba viendo, pensé que tomarías la decisión correcta, qué bueno que no me equivoqué o estaría llamando a la ambulancia; para que te llevaran a la morgue.

Yume se quedó en silencio.

— Mira, sé que te duele, sé que ahora estás asustada y triste; pero esto nunca es la solución, no sabes que hay después y podría ser peor, mucho peor, que lo que vives en este momento. No estás sola. Tienes a tu familia, a tus amigos, a mí... Te ayudaremos a que estés feliz de nuevo.
— No es tan fácil —Yume se limpió las lágrimas, reteniendo las demás—. Nym era todo lo que yo quería. El cariño que le tuve a ella, no se puede comparar, con nada que sienta hacia otra persona... No es un amor romántico, para nada, pero es más fuerte que el amor de familia... Nadie puede entenderlo. Llevo más de un año, tratando de tener una vida normal. Todos los días, me digo a mí misma, que no debo seguir triste; que tengo mucha gente que me quiere, que por perder a una sola persona, no es el fin del mundo. Pero, cuando estoy sola en la noche, en ese espacio cuando te acuestas y tardas en dormir, lloro recordando nuestros momentos juntas. He seguido todos los consejos posibles: Pensar en las cosas buenas, creer que todo mejorará... Y hoy, que la vuelvo a ver...

Tú y yo (Natsu Dragneel harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora