Especial: La búsqueda (Parte 2)

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''El valle de la muerte'', tal como su nombre lo indicaba, se encontraba en un valle. Árido, desolado, aunque tuviera un gran y agresivo río a un lado, nada parecía crecer en sus tierras amarillas. Yume dijo, que en ese lugar, vivía una mujer capaz de darle información sobre el paradero de su madre. Les pidió que la esperaran fuera del pueblo, porque los extraños no eran bien recibidos, así que entre menos vieran entrar, mejor.

Ahí, sentados en unas rocas frente al arroyo, Natsu y Happy conversaban. El gato sacó su caña, se puso a pescar, con la esperanza de encontrar la cena de esa noche; porque olvidaron llevar dinero para las compras.

— Happy...
— ¿Aye?
— Hice algo tonto, ¿verdad?

Happy dio un salto, sin creer lo que acababa de escuchar... ¿De verdad, Natsu, su padre adoptivo, estaba admitiendo algo así?

— ¿A qué te refieres? —Preguntó, era mejor asegurarse.
— A que prometí reunirlas —Natsu bajó la cabeza, suspirando—. No pensé antes de hacerlo, no sé si pueda cumplirlo, ni cuánto tiempo va a tomar. Incluso si vamos por los demás, le prometemos un millón a cada uno; no existe ninguna garantía de que podamos encontrar a la madre de Yume.

Él tenía razón. El asunto ahí, se reducía a una cosa: Tiempo. Había perdido la cuenta, de los años que le tomó a Natsu, reencontrarse con su padre dragón. Y en el momento que volvieron a verse, antes de que pudieran hablar y ponerse al día con sus vidas, se separaron de nuevo, ésta vez para siempre.

Además, ellos no sabían, si la madre de Yume continuaba con vida. ¿Qué harían en ese caso? ¿Qué pasaría con ella? Bueno, como cualquier persona, tendría que aprender a vivir con ello y seguir adelante. Pero, sería algo muy, muy triste. El futuro incierto y el sentimiento de decepción, provocó un prolongado silencio entre los dos. Natsu no sabía qué hacer, Happy tampoco.

— ¿No crees que Yume tarda mucho?
— Aye —respondió Happy, mirando en dirección a la aldea—. ¿Será que le dieron buenas noticias?

Dos horas.

Dos horas golpeando una puerta.

La única persona, capaz de ayudarla, no le abría. Trató de meterse por la fuerza, gritó y casi tumba la entrada, con tal de llamar la atención del propietario. Cuando comenzó ese escándalo, una persona se acercó, para decirle que el dueño de esa casa se había marchado seis meses atrás. ''No dijo a dónde iba, o por qué. Tomó sus cosas en la noche y desapareció...''

Abatida, caminando cabizbaja, no vio siete objetos brillantes que se dirigían justo hacia ella. Los gritos de las personas, que corrieron en dirección contraria al paso de Yume, la alertaron de que algo no andaba bien. Alzó la mirada, dándose cuenta que esa serie de luces, eran nada más y nada menos, que filosas cuchillas; las cuales estaban a poco de impactarla.

— ¡Yume!

Antes de que fuera alcanzada y perforada, Happy apareció. La tomó por la espalda y le alzó en el aire, salvándola de una muerte segura. Las cuchillas se clavaron en el suelo, levantando el polvo de una tierra estéril. Rápidamente, voló hacia unos de los callejones, escondiéndola de más ataques.

— Creo que aquí estaremos a salvo —dijo Happy.
— Happy, gracias por...

Una ráfaga de viento, mandó a volar los techos de las casas. Yume se lanzó sobre Happy, cubriéndolo de la ventisca. No alcanzaba a ver nada, el polvo no le dejaba ver ni respirar correctamente. Sus instintos le gritaban: Corre. No importa la dirección, sólo corre.

Tú y yo (Natsu Dragneel harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora