Cap 5

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Las gotas de lluvia golpeaban el cristal con violencia. Odiaba sentirme atrapada en una noche de lluvia como esa, pero caminar no había sido una opción porque: 1) La lluvia era demasiado fuerte y 2) Liam no lo habría permitido.

Odiaba tener a las cámaras sobre mí todo el tiempo, era francamente asfixiante, odiaba ser el blanco de los comentaristas de moda, odiaba ser custodiada por guardias que me respiraban en el oído o me sacaban el zapato al caminar, odiaba las difamaciones de la señora Woodgeth, odiaban que toda la prensa estuviera de su lado, odiaba todo en esa nueva vida.

Todo excepto a él.

Cada vez que cambiaba la mirada y encontraba la suya, me daba cuenta de que todo lo demás era demasiado pequeño al lado de lo que había podido alcanzar.

Y luego se ponía todo paranoico y lo echaba todo a perder.

Podía entender su preocupación, había un psicópata detrás de mí, sí, pero había podido sobrevivir tantos años lejos de Will sin ayuda de dos gorilas con enfisema detrás de mí. Podía hacerlo ahora.

—Will se ha ido Liam —le aseguré más porque deseaba creerlo yo misma.

Él ya no había llamado, ya no había aparecido, ya no había enviado flores como muestra de su amor psicópata. Él se había rendido, tenía que ser eso.

—Eso no me suena a algo que él haría —respondió con la mirada clavada al frente.

Estaba molesto, podía verlo. Con el paso del tiempo había aprendido a leer su cuerpo como un mapa. Cuando estaba molesto solía canalizar su energía en sus manos, volviéndolas puños o apretando cosas como hacia justo ahora con el volante, otra de sus características era la forma en la que tensaba la mandíbula y clavaba la vista al frente.

Como hacia en ese instante.

—¿Cómo puedes saberlo? Yo salia con él, Liam, lo conozco mejor que tú.

Una vez más, su mandíbula se tensó haciendo que me preguntara si no le dolía el golpe que le habían propinado en la editorial.

—Tienes razón. Tú debes conocerlo mejor que yo —admitió después de una pausa prolongada.

El auto volvió a caer en un silencio sepulcral violado únicamente por las gotas de lluvia chocando contra el cristal.

Mis pensamientos corrieron a vagar en Irina, mi antigua compañera de habitación en la universidad. Su amistad, la de Dorian y la de Katy me habían ayudado a superar el trauma de Will, su apoyo incondicional me había servido de salvavidas. Pero la ultima vez que la vi, la encontré con un cambio radical que me preocupó. Su cabellos, su ropa, sus accesorios, todo era demasiado extravagante, demasiado fino y pretenciosos para la niña de coletas que temía ser encerrada en los baños de la universidad.

De pronto, una figura negra al borde del puente llamó mi atención.

—Espera Liam, para, detente —medio grité.

Liam frenó en seco mirándome con preocupación.

Sin esperar más, abrí la puerta del auto y salí disparada hacia la sombra de la chica.

Al acercarme la sombra se convirtió en dos. Una mujer y un hombre.

La mujer estaba al borde del puente, sus manos se aferraban a los barrotes y sus piernas a una pequeña franja de concreto. Detrás de ella, un pelirrojo gritaba para hacerla volver.

Ed.

—¡Esa no es una solución! —gritó Ed detrás de ella.

—¡Es mí solución!

Lucky Love (LR #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora