Lucky Love (LR #3)

Cap. 21

21.

Teniéndolo tan cerca, naturalmente, tenía que besarle.

Cuando me aparté ligeramente para retomar un poco del aire que me faltaba, Liam clavó la mirada sobre mi hombro y su sonrisa se ensanchó.

—Luce, creo que no vas a querer perderte esto.

Un poco asustada giré sobre mis talones y centré la vista en el punto que enfocaba Liam a lo lejos.

Era una pareja.

Él se estaba arrodillando en la arena. Ella contenía el aliento.

Cubrí mi boca con ambas manos incapaz de controlar nuevamente el nublar de mi mirada.

Cuando la chica asintió con la cabeza y el hombre comenzó a colocar el anillo no pude más. Un par de lágrimas empaparon mis mejillas nuevamente.

Mi mejor amiga se iba a casar.

Apenas deshicieron ese beso caminé hacia ella a paso decidido  y la envolví en un fuerte abrazo.

Mi mejor amiga.

Iba a casarse.

Yo iba a casarme.

¿Cuándo había crecido tanto? Parece como si hubiera sido ayer que estábamos llevándoles serenata a Liam y a Joel con Quentin como conductor designado.

—Dios, siento como si fueras a morir y no volviera a verte jamás. Sabes, como si una boda fuera el exilio —dije sobre su hombro.

Liam rió fuerte al recordar las palabras que con tanto fastidio había dicho que mis amigos sentían.

Bueno, estar del otro lado de la moneda siempre brindaba un poco mas de perspectiva.

—¡Yo siento lo mismo por ti! —sollozó Katy moqueando sobre mi hombro.

—Y yo siento que las que se van a casar son ellas dos —señaló Quentin detrás de mí.

****

Para celebrar ambos compromisos decidimos ir a cenar a un restaurante dentro del Fontainebleau, el Scapetta.

Era un sitio muy bonito, bastante elegante y armonioso.

La cena transcurrió con normalidad, nadie parecía sentirse fuera de lugar, nadie parecía percatarse del mundo alrededor, todos reíamos y comíamos sin pensar en nada fuera de ese momento.

Hasta que un texto llegó al móvil de Liam.

Su expresión cambió de inmediato y se apresuró a responder.

—¿Está todo bien? —pregunté por lo bajo.

Liam sonrió y asintió. —Tranquila, no es nada...

—Liam —advertí mirándole a los ojos.

Entonces en lo que me pareció un momento de debate interno, la mascara de Liam se vino abajo y dejándome ver un poco de su preocupación, declaró:

—Uno de los inversionistas se retira permanentemente. Axel ha convocado una junta para hacerle cambiar de opinión.

—Imagino que la junta es en unas horas —entendí.

Liam asintió y me miró con pena.

—Ve —me encogí de hombros.

Él me miró con un poco de alivio y tortura.

—Tienes que hacerlo, ve —animé—, yo puedo quedarme con ellos, estaré bien.

No quería que se fuera, «quedateee» es lo que quería gritarle, pero no podía hacerle mas difícil la noche. Él tenía que ir, no había otra opción, Axel no tenía suficiente experiencia en la editorial y si alguien conocía bien los movimientos de James, ese sin duda era Liam.