19.
Los labios de Liam sellaron los míos y ahí, en ese momento, todo el mundo dejo de existir.
No había urgencia, no había desesperación pasional, no había un deseo descontrolado sobre el cuerpo, sólo estaba ese momento, sólo estaba aquella placentera sensación de tener sus labios suaves sellando una promesa que jamás creí que podría hacer.
Volvimos a la realidad cuando el hipido de Katy llegó desde la distancia.
Miré sobre el hombro de Liam y encontré a mi amiga rompiendo fuentes por los ojos. Si yo creía que parecía una niña regañada en un jardín de infantes, bien, aquello era porque definitivamente no había visto a mi mejor amiga.
Joel luchaba por tranquilizarla frotando su hombro y susurrando palabras de apoyo sobre la cabeza de mi amiga debajo de su mentón, pero nada parecía funcionar.
Quentin sonreía sincero al lado de Katy, mientras Geneden y Dorian mostraban una enorme sonrisa radiante. Irina había desaparecido.
—Ellos lo sabían —culpé.
Liam asintió.
—Es por eso que durante todo el viaje Katy no ha parado de llorar —descubrí mirándole de frente.
Liam sonrió y se hizo a un lado permitiéndome acercarme a paso decidido hacia mi mejor amiga, quien al entender mi intención se deshizo del agarre de su novio y corrió a encontrarme rodeándome con un fuerte (en serio fuerte) abrazo.
—¡Estoy tan feliz por ti! —moqueó sobre mi hombro— Siempre supe que ese idiota iba a darse cuenta de lo que tenía frente a él.
No pude decir más, me había limitado a abrazarle con fuerza mientras vertía lágrimas descontrolada mente sobre el hombro de mi amiga.
Debíamos de ser un cuadro épico.
Quentin lo notó porque al instante su cámara lanzó un flash cegador.
Cuando Katy y yo nos apartamos y nos contemplamos, nos dimos cuenta del desastre en el que nos habíamos convertido. Sin poder contenerlo, estallamos en una sonora carcajada.
Ahora mis lágrimas venían acompañadas de un fuerte dolor en el abdomen. De esa clase de dolor que te tortura sin piedad y es imposible de frenar.
—¡Dios, santo! —gruñó Quentin— Liam mirala —me señaló con la palma en extensión— ¿Estas seguro de que quieres hacer esto?
****
Me mordí el labio y contemplé con libertad el pedrusco en mi anular.
Acostada de espaldas en la cama de mi habitación en el hotel, contemplaba con la palma en extensión el anillo tan hermoso que Liam había conseguido para mí.
No era ostentoso, no era grande, tampoco era demasiado pequeño, era simplemente prefecto, era como si hubiera sido hecho especialmente para mí.
—¿Por qué no me dijeron nada? —pregunté girando hacia la cama de Katy.
Katy seguía limpiando su nariz y sus lágrimas con una caja de Klinex al lado.
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Lucky Love (LR #3)
Humor√Incendiar una propiedad "accidentalmente". √Estrellar el auto de tu jefe contra una tienda de artesanías. √Irrumpir en la boda de tu jefe y oponerte en pijama. √HECHO. •Casarte con el amor de tu vida. •Tener trillizos. •Morir y volver a la vida. •S...