Cap. 63

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CAPÍTULO FINAL

Intentar forcejear con los dos soldados que me apresaban era inútil. Estaba rodeada y seguramente no tardarían mucho en volverme a someter, así me sencillamente me dejé llevar. Quizá debió asustarme el hecho de verlos tan nerviosos, pero sabía que pocas cosas podían ser peores en ese lugar.

Estaba un poco equivocada.

Las puertas del laboratorio se abrieron y los soldados me empujaron dentro, dónde encontré una de las peores escenas que en la vida pensé presenciar.

—¡¿Qué están haciendo?! ¡Déjenlo!

Intenté forcejear, luchar por llegar al cuerpo ensangrentado de Liam, pero no pude liberarme. Sentía impotencia, quería ayudarlo, pero no había nada que pudiera hacer ni aunque me arrodillara junto a él. No tenía ni idea de cómo podía ayudarlo, no si no implicaba un médico o un hospital.

Un hombre lo sostenía por los hombros, dos más lo flanqueaban mientras otros dos hombres lo sostenían por los brazos. El cabello largo le cubría la frente, pero sus ojos todavía brillaban a la distancia, me miraban con terror y hasta que no sentí el filo del cuchillo que Will sonstenia contra lo cuello.

—Ya estoy cansado de juegos, William, no me gusta que te hagas el listo conmigo —le dijo Will justo detrás de mí—. Supongo que crees que soy estúpido, así que debes suponer que puedo hacer una estupidez ahora mismo. —Presionó la hoja contra mi cuello—. Así que te sugiero que, en adelante, pienses bien en tu siguiente movimiento.

Liam maldijo entre dientes antes de escupir un poco de sangre e intentar cuadrarse un poco, pero uno de los matones de Will debió ver aquel gesto como una amenaza, porque no se tentó el corazón para actuar en reflejo y darle otro golpe en el abdomen.

Nuevamente intenté liberarme, pero el filo de la hoja se me clavó cuando mis movimientos fueron hacia delante y el grito de Liam fue lo único que pudo tranquilizarme.

—¡No! ¡Basta, Luce! —gritó con la voz engrosada, casi desgastada—. Solo... Quédate quieta.

Le costaba hablar, parecía que cada palabra era como fuego en la garganta. Sentí la gota de sangre bajar por mi cuello y escuché a Will maldiciendo entre dientes. No sabía si su intención era herirme de verdad o solo buscaba amedrentar a Liam, pero la herida ya estaba ahí.

—¿Por qué haces esto? —le pregunté, incapaz de ocultar mi odio hacia él.

—Porque a William le gusta jugar sucio, ¿verdad, Liam? —Cuando Liam no respondió, presa del agotamiento, Will continuó—: Nos ha hecho perder el tiempo con planos falsos. Al parecer cree que no somos lo suficientemente listos para notarlo.

Inesperadamente, Liam rio por lo bajo a pesar del dolor evidente que implicaba la tarea.

—Te tomó una semana notarlo... Yo no lo llamaría un movimiento inteligente.

—¿Ves de lo que hablo? —me susurró al oído—. Es insoportable, creí que tenerte aquí era como aguantar un grano en el culo, pero Liam me sobrepasa.

Entonces comenzó trazar una línea con el filo del cuchillo en mi brazo. Era una línea breve, rápida y longitudinal. Me sobresalté por el repentino movimiento, porque ni Liam ni yo pudimos verlo venir. Ahora era él quien luchaba por liberarse.

Will chasqueó la lengua y negó con la cabeza mientras la sangre corría en líneas grotescas sobre mi antebrazo.

—Es una lastima. Esta herida va a dejar cicatriz... No queremos que nuestra chica se llene de cicatrices, ¿verdad, Liam? —Lo tentó, pasando el filo de la hoja sobre mi mejilla—. Si no queremos que eso pase y su rostro se llene de feas cicatrices, lo mejor será que comencemos a trabajar.

Lucky Love (LR #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora