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Me miraba con ojos vacíos, examinando todo mi rostro. Miro mi bolso en el suelo y me miro a mí.
—Perdón —se disculpo secamente, como si se estuviera disculpando con un extraño en la calle, dio un paso al lado y siguió con su camino a un ritmo más rápido que el de antes.
Me di la vuelta para ver como doblaba la esquina a paso firme y rápido.
Sus ojos, me dije. No era el mismo Tyler que había conocido, y era mi culpa. Toda mi culpa.
Después de salir de clase, lo primero que mis ojos vieron, era a Nathan apoyado holgadamente en los casilleros, dándole su toque único y especial, que lo hacía verse rebelde y peligroso, haciendo que se activara mi lado más oscuro, una voz en mi cabeza dijo: Ve hacia él.
—Hola, Cariño —rió bajo Nathan.
—Hola —dije cortante y fría.
— ¿No vas a darle un beso al mejor novio del mundo? —pregunto petulante.
—No —dije y me puse a caminar hacia el único lugar que se me paso por la cabeza, el jardín del instituto.
— ¿Qué pasa? —dijo Nathan siguiéndome a unos pocos pasos.
—Nada —dije fría y más cortante que la vez anterior.
—Si pasa algo —dijo como si le importara.
—Que. No. Pasa. Nada —repetí duramente.
—Está bien —se defendió, tomo mi mano. —Si tú lo dices —susurro y me arrastro de vuelta a los pasillos del instituto.
— ¿A dónde...
—...a clase —respondió antes de que terminara la pregunta.
Pasamos a muchas personas de camino al salón, una de ellas, Ashley. Quien nos miraba satisfecha, pero con un toque de celos, posiblemente por mi nueva adquisición. Ese pensamiento me hizo sonreír, pero solo un segundo.
Otra persona que pasamos fue Lauren, quien nos sonrió, pero había algo diferente en su sonrisa y en ella misma, su sonrisa parecía...forzada y no tenía la misma actitud que siempre. Debe seguir algo molesta conmigo por ocultárselo. Se le pasara, pensé, no fue tan malo. Luego de sonreírnos, se fue rápidamente por el pasillo, aunque faltaba mucho para que comenzaran las clases.
Y finalmente pasamos a Tyler. Nos miro con una mezcla entre furia, tristeza y decepción. Nos miro apenas tres segundos y se devolvió por donde venia caminando, posiblemente en dirección contraria a su destino.
La profesora de italiano, hablaba y hablaba, explicando los distintos usos del "Raccogliere".
Aburrida como siempre de saber todo lo que explicaban en el instituto. Mire a Nathan, quien estaba sentado a mi lado en esta clase, y en todas las posibles. Estaba mirando a la profesora, parecía estar atento a la clase, como todos los demás; ya que su personaje venia de Londres no de Italia como el mío, bueno Nashville, pero Italia de todos modos; pero bajo su expresión de atención, si mirabas atentamente y lo conocías un poco como yo, se podía ver claramente su aburrimiento. Igual que yo el sabia los 8 idiomas que básicamente los agentes de la A.S.I. debíamos aprender, y en esos 8 idiomas estaba Italiano.
Se debió haber sentido observado por qué giro su cabeza hacia mí, y me miro con ojos penetrantes y me dijo moviendo los labios, pero sin emitir sonido: "¿Qué?". "Nada" respondí moviendo los labios, y mire hacia adelante, para volver a ser molestada por una bola de papel.
"Sé que te pasa algo. Vamos. Dímelo. ¿Te molesto mi comportamiento? Si es así, perdón" decía el papel.
"Wow. Nada más y nada menos que Nathan Glover aceptando sus errores y disculpándose. No. Puedo. Creerlo" respondí lanzando el papel hacia a él.
"No cambies de tema. ¿Te molesto?".
"No tiene nada que ver contigo..." estaba escribiendo cuando me di cuenta lo que escribí y borre las palabras anteriores, escribiendo: "Acepto tus disculpas" no podía decirle que Tyler no me dirigía la palabra y me trataba como una completa extraña, y por eso me sentía como una basura.
— ¿Qué tiene ahí, señor Glover? —pregunto la profesora acercándose lentamente a Nathan, antes de que yo pudiera lanzarle la bola de papel.
—Los apuntes de la clase, profesora —respondió casi al instantes, y sin que la profesora lo notara guardo nuestros mensajes.
—Haber... —se acerco a él y comprobó que la mayoría de las cosas que había dicho estaban escritas con su perfecta caligrafía en su cuaderno. — ¿Estaba hablando con la señorita Mills? —volvió a preguntar, dispuesta a sacar de su clase a Nathan. Desde el primer momento en que lo vio, no le agrado y ha hecho todo lo posible por sacarlo de su clase.
—Sí, profesora — ¿A dónde quería llegar? Estaba metiéndonos en problemas, enojada mire a Nathan con cara asesina.
—Aja —la sonrisa en la cara de la profesora fue gigantesca.
—Estaba preguntándole la pronunciación de "Raccogliere" —pronuncio la palabra perfectamente. —Es que su acento es tan experto que no puedo captarlo —halago a la profesora sonriente y yo reí bajo.
—Bueno —la profesora de sonrojo un poco. —Ahora que al parecer la señorita Mills ya cumplió su cometido, no quiero que hablen más en mi clase —nos miro seguido. —Las preguntas se me hacen a mi por algo soy la profesora.
—Prometo no volver a hacerlo y preguntarle a usted la próxima vez —dijo inocentemente Nathan.
—Está bien —se dio la vuelta y siguió explicando a la clase.
"Dios, que molesta" decía el papel que Nathan me volvió a lanzar, después de que la profesora dejara de vigilar todos sus movimientos.
No le respondí, haciéndole entender que aun estaba algo enojada. Me lanzo otro papel y con una seña me dijo que lo leyera.
"Prometo portarme mejor, y no ser tan..." decía el papel.
"¿Creído, antipático, ególatra? ¿Te suenan esas palabras? Porque a mi si y mucho" respondí.
"Está bien, lo prometo"
"¿Por qué prometes algo que no cumplirás?" lo mire y me sonrió.
—Porque si estas enojada conmigo no consigo mis besos —me guiño un ojo, frustrada rodé los ojos y volví a prestar atención a la clase.
-Nhela
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No es mi vida, es solo una misión más.
Hành độngPrimera y segunda temporada! Esta novela NO esta permitida adaptarla. :D Todos los derechos de autor a su escritora!